La Superbike siempre ha tenido un alcance global, es parte de la naturaleza de la “movimientoo” floreció en los años 70 entre Australia y Estados Unidos. En 1990, tercera edición de la Copa del Mundo y la primera dirigida por los hermanos Flammini, el campeonato llegó a Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, Australia y Nueva Zelanda. Son seis rondas fuera de las fronteras europeas, de un total de trece. En aquellos días, los derivados de la serie tenían un eco y una amplitud verdaderamente de clase mundial. En el año de gracia de 2023, la Superbike solo salió dos veces del Viejo Continente: Australia e Indonesia, al inicio de la temporada. La cancelación de la ronda final en Argentina ha comprimido aún más las fronteras. No se esperan novedades para el próximo año.
Las perspectivas para 2024
Los principales campeonatos de automovilismo se abren a nuevos mercados. MotoGP ’23 cuenta con 20 GP, casi la mitad fuera de Europa: Argentina, Estados Unidos, la nueva India, Japón, Indonesia, Australia, Tailandia, Malasia y Qatar. En términos porcentuales, los GP tendrán la misma exposición global que tuvo Superbike en la época de Flammini: la mitad de las carreras en Europa, la otra fuera. La F1 ha llevado el concepto aún más lejos: solo ocho de los 23 GP de este año están organizados en pistas europeas. Superbike, por su parte, da un paso atrás: el año que viene también, salvo sorpresas, Australia e Indonesia serán las únicas citas fuera de Europa.
Indonesia en riesgo 2025
En 2025 podría ser aún peor, porque 2024 será el último año de contacto con Mandalika (Indonesia) y parece, por los rumores del paddock, que no se alargará. No solo porque las ediciones anteriores fueron medio fracasos, sino también por motivos comerciales. El Campeonato del Mundo de Superbikes tiene como patrocinador principal a Motul, que en el mercado indonesio es cada vez más un competidor directo de Pertamina, una empresa estatal que, entre otras cosas, da nombre a la pista. Un conflicto de intereses que los indonesios querrán evitar, por razones de mercado.
Los patrocinadores están buscando otras formas
En esta era, las marcas globales están invirtiendo en World Superbike que necesitan extender sus alas en particular en los mercados emergentes. El caso más sensacional es el de Pirelli, que desde 2004 no sólo es el único proveedor de neumáticos, sino también un importantísimo socio comercial de la promotora Dorna. Es precisamente la ausencia casi total de eventos de Superbike en los mercados asiático y americano lo que impulsó a la multinacional italiana a pisar el mundial de MotoGP, convirtiéndose en especialista único en neumáticos para Moto3 y Moto2 a partir de 2024. Esta presencia permitirá a Pirelli estar presente en aquellos mercados que Superbike ya no toca, mientras que para MotoGP se están convirtiendo en el foco principal.
lo que quiere dorna
La reducción del horizonte geográfico de las Superbikes no es un fenómeno coyuntural, sino una precisa estrategia de marketing de la empresa española. El principal interés es desviar las inversiones de los grandes patrocinadores hacia MotoGP, incluso a costa de ver reducido su alcance en relación con el otro campeonato que gestionan. El calendario que por un lado se contrae (Superbike) y por otro se expande (MotoGP) es por tanto uno de los efectos del monopolio actual, quizás el más sensacional. ¿Todo el mundo feliz? De nada. El invitado de piedra, en todo el contexto, es la Federación Internacional de Motociclistas, que a este ritmo verá reducido drásticamente el valor de los derechos televisivos y comerciales que posee. Por eso el presidente Jorge Viegas repite a menudo que el monopolio de Dorna ya no sirve. Queda por ver si la FIM tiene margen para cambiar las cosas, dado que los contratos estipulados con la empresa española tienen plazos muy lejanos. La guerra entre Viegas y Ezpeleta acaba de estallar: veremos algunas buenas.
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