Superbike ha cambiado de cara en dos meses con sensacionales cambios de bandera ¿Quién hubiera pensado que Toprak Razgatlioglu habría aceptado el desafío de BMW, que desde que volvió a la forma oficial (2019) solo ha ganado una vez, en distancia corta y en mojado, a pesar de ¿Funciona bajo súper concesiones? Era aún menos previsible que Jonathan Rea dejara Kawasaki, la que siempre ha definido a su segunda familia, además de ser la marca que le convirtió en leyenda con seis títulos mundiales. Sin embargo, sucedió. Ya no quedan banderas, el río de millones que cruzó el paddock este verano marcó la diferencia. Entre Toprak y Rea, quien ya ganó el desafío es Jonathan, por varias razones. Aquí están.
Yamaha amplía su carrera
La clave de esta sensacional decisión fue la naturaleza de la propuesta de Yamaha. La oferta de dos años hizo sonar la campana en la cabeza del piloto. Jonathan Rea tenía un año más de contrato con Kawasaki y según la lengua vernácula el ’24 iba a ser el canto del cisne. El norirlandés tiene 36 años, pero ni siquiera piensa en dejarlo. La obsesión vuelve a In Testa, como no es de extrañar el título de la edición italiana de su biografía. Así que JR65 seguirá al menos hasta el 38. Álvaro Bautista llegará a los 40 el año que viene y volverá a ser el piloto a batir. Además de la duración, Yamaha ha puesto sobre la mesa una oferta principesca: 1,5 millones de euros, más premios. A esto hay que sumarle la parte de los patrocinadores personales del piloto, que son muy ricos. Jonathan Rea tendrá que ofrecer una cena a Franco Morbidelli, quien rechazó la misma oferta para permanecer en MotoGP a toda costa.
Kawasaki y el contrato de cartón
La marca Akashi ha perdido al piloto que era el único que retrasaba todo el proyecto de Superbike, teniendo en cuenta que los resultados de Alex Lowes hasta ahora han sido bastante inconsistentes. Se podría suponer con razón que la prórroga del 24 del contrato plurianual que Jonathan Rea había renovado en 2021 estaba blindada. En cambio, voces autorizadas del paddock revelan que los asesores de Cannibal lograron encontrar fácilmente una salida, sin gastar ni un euro de comprar la parte. Parece que la renovación estaba garantizada por una serie de cláusulas a favor del piloto, que permitieron la resolución. En ese momento, el cambio de marca era un acuerdo único sin problemas que resolver.
Yamaha tiene un súper programa de desarrollo
Además del dinero y la duración del acuerdo, Yamaha también ha convencido en términos de garantías técnicas. El plan de desarrollo de la YZF-R1 es muy coherente y el año que viene los técnicos de Iwata están convencidos de que podrán lograr avances sustanciales. La intención es cambiar radicalmente de dirección. Toprak Razgatlioglu es un campeón, pero tiene un estilo de conducción muy extremo, que ofrece poco margen de intervención para mejorar el proyecto. Además, las soluciones turcas no se pueden exportar a otros pilotos de satélites, por lo que el problema es doble. En Yamaha están convencidos de que un piloto más experto y con un estilo de conducción más «tradicional» garantizará ventajas considerables. La llegada de JR65 hizo que el remordimiento por la pérdida de Troprak desapareciera en un instante. El entusiasmo que se desprende de Yamaha ha sonado como música para los sensibles oídos de Jonathan.
Rea encuentra su electrónica
Es casi seguro que el recién llegado traerá consigo al jefe técnico Pere Riba y es conveniente para Yamaha porque pueden llenar el vacío dejado por la salida de Phil Marron, que sucederá a Toprak Razgatlioglu en BMW. En cuanto al sector de la electrónica, mejor aún, porque Rea se reencuentra con Davide Gentile, con quien trabajó durante años en Kawasaki. El matrimonio fue interrumpido hace un año, debido a lo que llamamos la «guerra electrónica» que se desató entre ambos equipos. Los verdes habían arrebatado a Cristophe Lambert a Yamaha, quien respondió llevándose al técnico italiano. Ahora Rea y Gentile están de vuelta en la misma caja. Las carreras y los títulos del Mundial de Superbike se ganan juntando muchas piezas correctas. Rea sabe cómo hacerlo.
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