“Quise, y siempre quise, y con mucha fuerza quise”. La célebre frase de Vittorio Alfieri capta mejor que ninguna otra la voluntad de hierro de Mattia Pasini, que quiere absolutamente seguir compitiendo en 2023. El riccionano de treinta y siete años no se rinde y cada vez que sale a la pista consigue ser el protagonista. El pasado fin de semana en Valencia corrió en Moto2 con el equipo RW Racing GP en sustitución del lesionado Barry Baltus. Terminó la carrera con un vuelo por una mala entrada de Alcoba mientras realizaba una espléndida remontada.
Mattia Pasini, ¿es más enfado o satisfacción?
“Estoy muy contento con mi fin de semana porque me llamó un equipo al que normalmente le cuesta meterse en los puntos y estuve a punto de darles un excelente resultado. La clasificación no ha ido bien, salí decimoséptimo pero iba subiendo hasta la sexta posición. Entonces entró Alcoba como un desesperado. Solo le sancionaron con una vuelta larga y yo tuve que retirarme. Lástima que terminó así. Quería conseguir un resultado importante también para el equipo que me acogió de forma fantástica. Entonces hay mucha alegría por ser competitivo una vez más pero también mucha amargura por cómo terminó”.
¿Se está moviendo algo hacia 2023?
“Estoy trabajando en eso, estoy entrenando, trato de ser siempre rápido, incluso si hago solo tres carreras al año, pero no es fácil. Por Moto2 no se mueve mucho, a ver si pasa algo”.
¿Sigues pensando en Superbike?
“Siempre lo pienso, pero veo pocas puertas abiertas allí también. Pero hay un equipo mundialista que todavía no tiene definido al piloto y que me atrae mucho: Barni. Me gustaría mucho recibir una llamada de Barnabò para el WSBK. Creo que con su equipo podría hacerlo bien y juntos nos llevaríamos algunas satisfacciones”.