El “viaje” de los combustibles sintéticos continúa reduciendo las emisiones de CO2 de los motores térmicos en un 90%. Mientras tanto Volkswagen …
Cuando hablamos de gasolina, necesariamente hay que hablar de política y economía, y de hecho intervino el ministro de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti, quien declaró: “descarbonizar no puede convertirse en sinónimo de electricidad“. En resumen, en lo que respecta a la transición ecológica y para alcanzar el objetivo de la neutralidad climática, se necesita un enfoque tecnológicamente neutral. Por tanto, es necesario dar espacio e impulsar incluso aquellos estudios alejados del mundo de la electricidad, pero imprescindibles para reducir las emisiones de CO2. Porsche es muy activo en el tema de la producción de eFuel, y con la planta piloto en Punta Arenas (en la Patagonia chilena), garantizará la producción de 130.000 litros de eFuel en el transcurso del 2022. ¿El futuro? 55 millones de litros en 2024 y 550 millones en 2026.
La colaboración: Porsche y Siemens Energy
La planta se construirá con el aporte de Porsche y Siemens Energy y numerosas empresas de calibre internacional, también atraídas por el potencial económico del proyecto. Para dictar la línea Porsche es Michael Steiner, miembro de la junta directiva con responsabilidad en investigación y desarrollo: “Este es un paso importante en nuestra estrategia centrada en la sostenibilidad. Este proyecto permitirá a Porsche alcanzar Carbon Zero ya en 2030. Los combustibles producidos con energía renovable son particularmente adecuados para el 911, pero también para todos los modelos del pasado.“. El objetivo de la empresa, de hecho, es adaptar el combustible para que también se pueda utilizar en todos sus coches históricos. Mientras tanto, en 2022 los coches Porsche Mobil 1 Supercup serán los primeros en repostar con eFuel.
¿Por qué en Chile?
La elección de Chile no es casual para Porsche. En primer lugar, la Patagonia tiene las condiciones naturales perfectas para fomentar el uso de energías renovables. Para obtener el combustible sintético, de hecho, partimos de la energía eólica. Este último se utiliza en el proceso de electrólisis para dividir las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno “verde” obtenido de esta reacción se combina con el CO2 presente en el aire para producir metanol sintético, que posteriormente se convierte en eFuel. Además, la propia administración política chilena está decidida a enfocarse fuertemente en las energías renovables. Con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, Chile se ha fijado el objetivo de convertirse en la nación más barata del mundo para la “fabricación” de hidrógeno verde. En concreto, la capacidad del país para producir este combustible real pasará de 5 Gigavatios en 2025 a 25 en 2030.
Pero, ¿qué hacemos con el diésel? Otra marca muy interesada en los combustibles “verdes” es Volkswagen. El Grupo está trabajando en algunos de sus motores de cuatro cilindros para hacerlos compatibles con un diésel de bajo impacto ambiental. Elaborados a partir de aceites vegetales o incluso de aserrín, según la empresa alemana podrían reducir las emisiones de CO2 en un 70-95% en comparación con un motor diésel tradicional. Además, el Grupo está trabajando en eFuel definido como “PtL” (“Power-to-Liquid”). Estos combustibles especiales también prometen emisiones de gases nocivos significativamente menores que las alternativas actuales y ayudarán a Volkswagen a lograr la neutralidad de carbono para 2050. ¿Qué nos depara el futuro?
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