“Creo que este tipo de proyectos siguen siendo súper fascinantes por su pureza, por su sencillez. Aquí está la pura esencia de la moto, estar hoy en la guía técnica de Aprilia es extraordinario”
Romano Albesiano forma parte de la historia de Aprilia y en los últimos años ha ido escribiendo capítulos cada vez más ilusionantes. Sus ‘criaturas’ en MotoGP se han vuelto cada vez más competitivas, hasta el punto de ganar y subirse al podio con Aleix Espargarò quien está en plena batalla por el título cuando estamos casi a la mitad de la temporada.
En Misano decidimos preguntarle a Albesiano cuál es la raíz común entre las 250 que dominaron el mundial en la época dorada de los dos tiempos y los prototipos modernos, descubriendo un amor de Romano por estos objetos que vienen del pasado y representan mejor el alma pura del motociclismo.
Estás al frente de uno de los Departamentos de Carreras con más títulos en la historia del campeonato mundial, ¿qué significa para ti hoy?
“Estar al mando de una realidad técnica tan prestigiosa es un reto. Aprilia siempre ha sido líder en innovación, aquí estamos con la 250 que habla por sí sola. Luego también el RS Cube, que a pesar de no haber ganado es la raíz de muchas cosas en el MotoGP moderno, tiene un contenido extraordinario. Hoy es una satisfacción hacerlo habiendo conseguido ciertos resultados en MotoGP.
En Misano, la afición se volvió literalmente loca por estas 250 en pista, ¿de qué depende en tu opinión?
“Creo que este tipo de proyectos siguen siendo súper fascinantes por su pureza, por su sencillez. Aquí está la pura esencia de la bicicleta.. Los esenciales tienen su propia belleza y aquí estamos en lo más alto. Las modernas son complejas, tienen prestaciones incomparables, pero el espíritu puro de la moto está quizás más presente aquí que en otras aplicaciones más modernas, digamos”.
¿Hablamos de dos mundos demasiado alejados o son una MotoGP moderna y esta 250 comparables en algún aspecto?
“¡El grado de parentesco está ahí porque entonces los pilotos siempre se quejan de las mismas cosas! Los problemas que enfrentan los pilotos son los mismos de hace treinta años. Dicho esto, con lo moderno tienes un nivel de complejidad que se ha sumado a esta base que requieren grandes estructuras técnicas para su gestión. Hoy necesitamos mucha más gente, quizás tres veces más que dos tiempos. Es inevitable que la investigación vaya en esa dirección, pero queda esa sensación de tal vez haber perdido algo en cuanto a la pureza del objeto en movimiento”.