Jóvenes talentos compitiendo con veteranos, parrillas llenas y desafíos hasta la última curva. Estos son los secretos del éxito del Trofeo Nacional, un campeonato amado tanto por pilotos como por equipos. El reglamento de 2024 se hará oficial en los próximos días, habrá algunos pequeños cambios pero no se esperan grandes cambios. La última temporada fue muy positiva, con los títulos conseguidos sólo en la última ronda en Imola.
“El Trofeo Nacional goza de excelente salud – dice el promotor Daniele Cesaretti a Corsedimoto – Haciendo balance de 2023 veo el vaso medio lleno con campeonatos disputados y muchos potencialmente en la carrera por el título. Agradezco a los socios, pilotos y equipos que han depositado su confianza en nosotros y estoy convencido que la renovarán en el futuro. Estoy muy contento con la última temporada tanto en 600 como en 1000. Sin embargo, allí nos atrevimos demasiado al aceptar la invitación de Yamaha para desarrollar la nueva moto nosotros mismos con Canepa. Para nosotros fue un honor. Anteriormente nos habíamos encontrado en una situación similar con Ducati cuando incluso estrenó en el Nacional la Panigale que luego utilizaría en el Mundial. NG también hizo su debut con nosotros. Nos gustan los retos y ser de alguna manera un laboratorio en el que se desarrollan nuevos proyectos. Sin embargo, con un súper profesional como Niccolò Canepa y su estructura, se ha creado una brecha notable respecto a otros corredores. El listón se ha elevado demasiado. Ahora habrá que intentar bajarlo porque somos un campeonato amateur, eso no lo debemos olvidar».
¿Cuál es la verdadera naturaleza del Trofeo Nacional?
“El Nacional es un trampolín hacia el CIV y no es en absoluto una alternativa. Somos un campeonato en el que jóvenes pilotos inexpertos pueden competir con pilotos al final de su carrera, robándoles trucos con la mirada para crecer y luego llegar al Campeonato Italiano. Es un trofeo para los novatos pero también para los ciclistas que quizás lo hayan dejado, trabajen a tiempo completo y vengan al Nacional a divertirse. No es para conductores profesionales en la cima de su carrera, en la cima de su destreza física y competitiva. El Trofeo Nacional debe tener un valor educativo para aquellos que aún son demasiado jóvenes para poder competir en el CIV, que es la máxima expresión del motociclismo italiano».
Foto sitio web nacional