La plata en su cabello, el pastel de cumpleaños con el número 40, la sonrisa de la esposa, los niños jugando felices. En Instagram, entre las fotos de las carreras, las instantáneas de una despedida anunciada semanas atrás. Toni Elias se retira de las competiciones. El piloto español ha competido internacionalmente durante más de 25 años, ganando el título mundial de Moto2 en 2010 con el Team Gresini. Los italianos recuerdan sus hermosos duelos con Manuel Poggiali en 125 y 250 pero también los desafíos con Andrea Iannone en Moto2. En MotoGP no logró dejar su huella tan bien como en World Superbike, sin embargo, se convirtió en una estrella en el extranjero. En 2017 ganó el Campeonato de Superbikes de MotoAmerica. Ya había anunciado su retirada a finales de 2020 pero las ganas de correr se habían apoderado de él y al año siguiente todavía había participado en siete carreras. Luego había regresado de forma permanente, pero ahora ha decidido irse de forma permanente. Toni Elias a lo largo de su carrera se ha ganado el corazón de millones de fans y su carta de despedida es un concentrado de emociones.
La carta de Toni Elias
Tuve un sueño y persiguiéndolo logré mucho más de lo que imaginaba. No sé por dónde empezar a escribir. Frente a mí hay olas gigantes de imágenes, emociones, recuerdos vívidos y sensaciones difíciles de definir. Intensidad, sí, mucha intensidad. Que hermoso es vivir este momento en el que por mucho que lo intentes no salen las palabras sino sentimientos que ni sabías que escondías prevalecen. Qué hermoso es agradecer a todos los que, junto a mí, han contribuido a crearlos. No es fácil escribir las palabras que todo deportista nunca querría escribir. Pero el tiempo ha llegado.
De niño quería ser piloto profesional y me convertí en Campeón del Mundo. Competí junto a los mejores corredores, con los mejores equipos, logrando victorias en todas las categorías. Gracias a todos los que me hicieron una mejor versión de mí mismo, que hicieron realidad mi sueño, que siempre estuvieron ahí en los momentos difíciles. Sin ellos mi sueño no hubiera existido y no sería la persona que soy. Gracias a los equipos, a la afición, a los medios de comunicación, a los promotores, a la afición, a los patrocinadores. Nunca has dudado de mí y seguirás estando a mi lado.
Gracias a mi familia, mis padres, mi hermana que sacrificó todo para que yo lo disfrutara por igual. Pero lo mejor es que lo hicimos. A mi esposa por acompañarme en este último tramo y darme el mayor regalo que son nuestros maravillosos hijos. Fue un sueño hecho realidad. Una realidad de ensueño.