Nada que hacer contra Dominique Aegerter, que domina cada vez más Supersport. La carrera 1 en el circuito de Catalunya fue una marcha triunfal para la suiza Yamaha Ten Kate. Algunas escaramuzas al principio, y luego una fuga solitaria. Se ha hablado mucho del formato “Next Generation”, a menudo de manera inapropiada, olvidando que el verdadero factor de la serie de cadetes de Superbike es precisamente el talento suizo. A sus 32 años está en lo más alto de consistencia y madurez: donde le pones, gana. Se acaba de llevar a casa la Copa del Mundo de MotoE y a este paso, el biscampeón del mundo en Supersport será cuestión de tiempo. Lorenzo Baldassarri, el antagonista llegado de Moto2, está aprovechando las oportunidades y limitando el daño. Pero el segundo puesto suma otros cinco puntos por detrás en la clasificación: ahora están -24, así que (casi) toda una eliminatoria, de los siete restantes.
Dominique Aegerter también será fuerte en Superbike
El suizo firmó la victoria número once, en quince carreras. En 2023, por fin, subirá a Superbike con la Yamaha GRT, emparejado con Remy Gardner dado de baja de MotoGP. Dominique, estamos seguros, irá fuerte hasta con los mil, también porque la categoría no le es nada ajena. Como piloto oficial de Moriwaki, causó una gran impresión en las 8 Horas hace unos años. Supersport está muy apretado para él y sus oponentes solo están esperando que salga del área.
Baldassarri no se rinde
La carrera se detuvo al cabo de una vuelta por el accidente en la curva 1, escenario de la caída del húngaro Sebestyen y el consiguiente incendio de la Yamaha Evan Bros. Se reinició poco después, en la distancia reducida a doce vueltas. Pero poco ha cambiado, porque después de un par de pases de escaramuza, Aegerter pasó corriendo junto a ellos y se escapó. Lorenzo Baldassarri se ha visto en la muy incómoda situación de no poder resistir al piloto con el que se juega el Mundial y tener que resistir los ataques de pilotos que no tienen ambiciones de clasificación. Seguir el ritmo de Can Oncu (Kawasaki) y Federico Caricasulo (Ducati) no fue un juego de niños. En el medio también estaba Niccolò Bulega, oficial de Ducati, que había sufrido un accidente.
Jonathan Rea “A la cabeza, mi autobiografía” A la venta en Amazon