El regreso de Tom Sykes al Mundial de Superbike despertó mucho interés pero en la pretemporada el campeón de 2013 fue el invitado de piedra. Sin relámpagos, ni siquiera en la vuelta rápida que siempre ha sido su especialidad. En Jerez y Portimao, la prioridad era recuperar la confianza con la Kawasaki Ninja después de tres años en BMW y la última temporada como piloto de Ducati en Superbike británico. Además, por supuesto, de familiarizarse con el equipo Puccetti, la ambiciosa formación satélite de Akashi. En los dos días de pruebas en Phillip Island se esperaba el cambio de marcha, en cambio, Tom terminó solo 19, 1″8 detrás del poseedor del récord, Álvaro Bautista. Eso es mucho, en una pista como Phillip Island, donde el propio Sykes siempre ha sido muy rápido. ¿Qué pasó?
Entre la caída y las dudas técnicas, la moral sigue alta
El martes, última parte de la pretemporada, Sykes cayó sin consecuencias físicas pero sí con graves daños en la Kawasaki. En definitiva, el presupuesto a primera vista no parece positivo. Manuel Puccetti, dueño de la formación que puso en marcha Toprak Razgatlioglu, sin embargo no ha perdido la fe, al contrario. “En las pruebas revisamos todas las áreas de puesta a punto, nos embarcamos en varios caminos de desarrollo diferentes, que habíamos esbozado con los pilotos anteriores pero luego abandonamos». nos explicó el gerente de Reggio. “Ahora es el momento de materializar, es decir hacerlo mejor de lo que has visto hasta ahora”.
“Diez objetivos principales”
Puccetti es optimista y hay una razón precisa. “El ritmo de carrera fue bueno, creo que Sykes tiene mucho potencial para mostrar. Razonablemente, asumimos que podemos aspirar a estar entre los diez primeros».. Esta noche, hora de Italia, están programadas las dos primeras sesiones del Mundial 2023 y veremos qué sucede. El primer reto ahora es cuestión de horas, ya no hay momento que perder.
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