Tenemos que partir de un hecho: al elegir el Campeonato del Mundo de Superbikes, en lugar de costas menos prestigiosas pero más seguras, Danilo Petrucci se ha embarcado en un desafío muy difícil. Viene de MotoGP y, a pesar de su última aventura conflictiva con KTM, estuvo entre los grandes nombres. El último triunfo de la máxima categoría llegó hace menos de tres años, en Le Mans. Aterrizó en el reino de Álvaro Bautista, Jonathan Rea y Toprak Razgatlioglu por la puerta de atrás, es decir, como piloto satélite de un equipo bien equipado como el Barni pero sin el potencial supertécnico del que disponen los árbitros. Su Ducati es casi idéntica, pero en términos de archivo de datos y posibilidades de calibración del vehículo, la diferencia es sustancial. Pero Petrucci es Petrucci: es un piloto muy querido por los aficionados, todos esperamos verlo muy alto lo antes posible. Es innegable que la presión está ahí y, lamentablemente, los milagros en el motociclismo moderno ocurren muy raramente.
Debut en el limbo
En Australia, Danilo Petrucci archivó un debut en la mitad de la tabla, es decir, con tres ubicaciones al borde del top 10. No cometió errores, sacó las garras pero, visto desde afuera, la balanza está suspendida en el limbo. No está mal, no está bien. Phillip Island era un circuito muy conocido, pero en todas las condiciones se palpaba el retraso en la preparación respecto a los compañeros de equipo, no solo los de fábrica. Este fin de semana las carreras de Superbike en Mandalika, Indonesia, una pista en la que Danilo nunca ha competido. Un problema más, que se suma a una larga lista de dificultades de adaptación.
«Tienes que ser paciente»
“Paciencia». En la declaración canónica de la vigilia esta es la palabra con mayor protagonismo. Danilo entendió que llevará tiempo entender los neumáticos, el equipo y todo lo demás. Y una pista nunca antes vista ciertamente no es el teatro ideal en el que imaginar un éxito sorpresa. Quizá llueva, pero como vimos en Australia, ni siquiera en su elemento perfecto Petrux es aún capaz de resistir el impacto de la élite de Superbike. “Mandalika es nuevo para mi, es el primero de los nuevos circuitos de Superbike para mi” pone sus manos hacia adelante Danilo Petrucci. “Será un reto extra. No tengo expectativas, queremos hacerlo bien pero sobre el papel es una de las carreras más complicadas»
“No sé qué esperar”
“Hay muchos factores a tener en cuenta aquí: el clima inestable, la pista que no conocen y un asfalto particular». continúa el conductor de Umbría. “El año pasado se rehizo, no había agarre. No sé qué esperar. Necesitamos trabajar metódicamente sin perder la paciencia, tendremos mucho que hacer aquí». Sí, no necesitas dejarte atrapar por el frenesí. Se aplica al piloto, al equipo y también a nosotros los aficionados.