Los equipos de Superbike ya están en Phillip Island listos para salir a la pista para las últimas pruebas de pretemporada. Sin embargo, por el momento el software de control del vehículo no está “ejecutándose” en los monitores de los garajes, pero el seguimiento del cargamento naval se dirige al puerto de Melbourne cargado con contenedores de neumáticos Pirelli que ya deberían haber estado en el paddock. . El barco perdió mucho tiempo debido al cambio de rumbo impuesto por la tensa situación internacional y se espera que atraque el lunes por la tarde. Desde Melbourne el material será trasladado en un tiempo récord al circuito, donde el personal de Pirelli correrá contra el tiempo para montar las llantas suministradas por los equipos, precalentar y todas las demás operaciones necesarias. ¿Qué pasa si algo salió mal?
“Tenemos un plan B”
En los últimos días, tras constatar la situación, la promotora Dorna reprogramó la actividad de test, que inicialmente estaba prevista para dos días, lunes 19 y martes 20 de febrero, para un total de cuatro horas de actividad en pista para Superbikes y Supersports. Dado que el retraso afecta actualmente sólo al material de Superbike, el último programa prevé que las ocho horas dedicadas a Supersport se concentren el lunes, mientras que los pilotos de primera categoría estarán en pista el martes, para una sesión máxima de ocho horas.
¿Se muda al miércoles 21 de febrero?
El aplazamiento de un día no está previsto por ahora porque implicaría un complicado traslado de todos los servicios de vía ya programados: comisarios, ambulancias, personal de salvamento y actividades del centro médico, incluido el helicóptero. Estas pruebas son “oficiales”, por lo que toda la organización está configurada como si de un fin de semana de carreras se tratara. Mover todo por un día es muy complicado”Pero si lo necesitamos, la solución se encontrará.”, confía el director del Mundial, Gregorio Lavilla, dejando el campo abierto a una posible alternativa.
A Supersport también le faltan neumáticos
Los pilotos de la categoría junior podrán correr con regularidad el lunes gracias a un lote de neumáticos enviado rápidamente por vía aérea. Se trata de una cantidad menor a la prevista inicialmente, por lo que los equipos tendrán que trabajar teniendo en cuenta que la cobertura, en esta circunstancia, será limitada. En cualquier caso, mejor que nada. En los tres contenedores enviados por mar no sólo se encuentran los neumáticos que se utilizarán en las pruebas, sino también los aproximadamente tres mil necesarios para el fin de semana. Pero teniendo en cuenta que el barco ya se encuentra en aguas australianas, a partir del viernes la situación habrá vuelto a la normalidad.
También está el dudoso nuevo asfalto.
Estos test de pretemporada son muy importantes también porque Phillip Island ha sido completamente repavimentada. Los trabajos finalizaron el mes pasado, por lo que ni Pirelli ni los equipos tienen referencias sobre esta nueva superficie. Para estar seguros, el único proveedor ha previsto el uso de una única solución de clase SC1, es decir, dura, para las dos carreras largas (22 vueltas). Este es el A1126 ampliamente probado en el campeonato australiano. La asignación también incluye el SC0 (promedio) que sólo será utilizable en la carrera Superpole (10 vueltas) y en la clasificación. Este retraso en la llegada del material se produce precisamente en el momento y situación menos adecuada.