Ducha fría para las Ducati antes del inicio de la carrera 1 de la octava prueba del Campeonato del Mundo de Superbikes como máximo. Álvaro Bautista partía desde la decimocuarta posición de la parrilla, es decir, en la quinta fila. Una ficha para la estrategia del líder del Campeonato del Mundo que tendrá que limitar el daño de Toprak Razgatlioglu, que en su lugar partirá desde la pole (aquí los resultados de la clasificación). Bautista se clasificó inicialmente en séptima posición (tercera fila). Pero tras examinar los cronólogos, los Comisarios FIM decidieron el descenso, anulando la actuación del español porque superó en una vuelta afectada por banderas amarillas. La carrera comenzó en mojado.
ACTUALIZANDO
¡De vuelta a la Superpole!
La regulación flotante no es suficiente, con continuos ajustes de la velocidad de rotación del motor, concesiones y superconcesiones atribuidas con un mecanismo muy complicado. Ahora hasta la calificación se ha convertido en una lotería. En las últimas vueltas, el veredicto que se desprende al final de los quince minutos de clasificación es orientativo, porque posteriormente la clasificación se «ajusta» y condiciona mucho a base de las banderas amarillas. Si uno empuja mientras otro cae, quizás en un punto lejano del circuito, está jodido. Es una regla loca. No entendemos por qué Superbike no vuelve a la vieja y querida Superpole de todo o nada, con un solo piloto en la pista jugando sus cartas. Sin ninguna influencia externa.
