Ducati lo gana todo: una semana después del campeón de MotoGP de Pecco Bagnaia, le toca a Álvaro Bautista en Superbike. La Rossa vuelve a ser la reina de los derivados de la serie tras una larga espera de once años. A la edad de 37 años, el español terminó el juego con el segundo lugar en la carrera 2 en la pista indonesia de Mandalika. De nada sirve el éxito de etapa del rival Toprak Razgtalioglu, que abdica el número uno conquistado el año pasado.
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Esperando once años
Ducati ha sido la marca a batir en Superbike durante décadas. Pero era desde 2011 que la marca italiana no ganaba el título de las motos derivadas de serie. El último fue el español Carlos Checa, con el bicilíndrico 1098R. Álvaro Bautista llevó al techo del mundo por primera vez la Panigale V4 R, la primera supermoto de carretera con motor de cuatro cilindros en V producida por la empresa Borgo Panigale. El español había acariciado el sueño ya en 2019, pero dieciséis victorias (¡once consecutivas al principio!) no fueron suficientes: demasiados errores, sobre todo en la fase estival, para frenar a la Kawasaki de Jonathan Rea. Después de dos años en Honda, Bautista regresó a casa muy rápido, confiable y ganador. Esta vez no falló en su misión. A sus casi 38 años, esta es la consagración del madrileño, ya campeón del mundo en 125 GP en 2006. El año que viene defenderá el título, de nuevo con la Ducati Aruba.
Epílogo en Australia
El Campeonato del Mundo de Superbikes finaliza el próximo fin de semana en Phillip Island, Australia. Es una de las cunas del campeonato, donde no se corre desde febrero de 2020, por una pandemia. Es un regreso muy apreciado por entusiastas y pilotos. La misma pista acogerá la inauguración del Mundial 2023 a finales de febrero.