Jonathan Rea subió al podio en la carrera 1 de Superbike en Portimao, pero sin sonreír. Le pesaban los seis segundos de ventaja conseguidos por la Ducati de Álvaro Bautista en las veinte vueltas, y el hecho de no poder competir ni siquiera en uno de sus mágicos circuitos. Cinco carreras más y dejará Kawasaki: el matrimonio iniciado en 2015 terminará sin remordimientos. “Bautista está ganando con mucho mérito, Ducati hizo un trabajo excepcional, habría que estar ciego para no reconocerlo” es el homenaje del seis veces campeón del mundo a la marca que acaba de celebrar el título de Constructores. La marca Akashi no supo reaccionar al cambio de marcha que trajo a Superbike el potencial de la Panigale V4 R.
“Correr así es doloroso”
En el primer desafío en Portugal, todos los pilotos de la parrilla eligieron los mismos neumáticos: SC1 (medio) delante y SC0 detrás, es decir, la solución más blanda disponible en esta situación. “Con neumáticos nuevos puedo pilotar la Superbike como quiera; de hecho, fuimos muy rápidos en la clasificación.”, reconoce Jonathan Rea. “Pero en distancias largas es diferente, cuando el agarre empieza a caer, la electrónica se vuelve muy invasiva y perdemos contacto, especialmente durante la aceleración”. Debe ser muy frustrante: tener la cabeza para quedar delante, y debajo del trasero una moto que cuanto más baja el neumático, más reduce su rendimiento. “En las primeras vueltas intenté ir lo más suave posible, pero realmente no hay nada que podamos hacer. En las últimas carreras siempre ha sido así: las pistas cambian, pero nuestro problema persiste».
sprint de esperanza
Jonathan Rea tiene algunas esperanzas en la carrera Superpole. “Por sólo diez vueltas podemos ir en el SCX (solución que no está disponible para carreras largas, ed.) y tal vez podamos acercarnos más. Pero me temo que Bautista tiene el hat-trick en la mano, porque de momento son demasiado superiores. Observé bien a Toprak Razgatlioglu, en la carrera 1 condujo fantásticamente. Pero a pesar de ir constantemente al límite, ni siquiera él puede frenar el excesivo poder de Álvaro.En 2024, el norirlandés heredará la Yamaha del piloto turco, por lo que no es una afirmación muy reconfortante: ni siquiera la R1, de momento, es suficiente para desafiar a Bautista. La esperanza es que los acontecimientos que Iwata prometió para convencer a Jonathan Rea de que abandonara Kawasaki consigan revertir la situación.