Eugene Laverty finalmente está en casa en Portugal, a tiro de piedra del circuito de Portimao. El piloto de fábrica de BMW pudo salir de Australia después de una larga hospitalización tras el dramático accidente en la ronda final de Superbike en Phillip Island, cuando se estrelló en la curva 1 y fue golpeado por Xavi Fores. Una dinámica dramática que solo por circunstancias afortunadas no se convirtió en tragedia. Laverty en el impacto había sufrido la fractura de la cadera derecha, la pelvis y el sacro. Fue trasladado en helicóptero al hospital de Melbourne, los médicos descartaron la necesidad de cirugía. Pero algo salió mal.
Una estancia muy complicada
El propio Laverty reveló que salió del hospital después de solo cuatro días de hospitalización, con la única recomendación de los médicos de no salir de Australia de inmediato para que las lesiones pudieran resolverse antes de sufrir el estrés del largo vuelo a casa. Un consejo providencial, porque apenas 24 horas después Eugene se vio obligado a ir de nuevo al hospital por una hemorragia interna. Sin embargo, el problema no fue tan grave y se resolvió con otros ocho días de estancia en el mismo hospital de Melbourne. Ahora puede comenzar una nueva vida para Eugene Laverty: en 2023 dirigirá las operaciones del equipo Bonovo, un satélite de BMW. Si las condiciones físicas lo permiten, podría encargarse de probar la nueva M1000RR. Pero habrá tiempo para evaluar.
“No quería terminar así”
“Se suponía que Phillip Island sería mi última carrera, pero no era como imaginaba terminar mi carrera” comentó Eugene Laverty, un irlandés de 36 años que durante mucho tiempo ha sido protagonista en Superbike y MotoGP. “La estadía en el hospital fue más complicada y más larga de lo esperado, pero es una suerte tener a mi esposa Pippa siempre a mi lado. Ahora por fin estamos en casa, pero quiero agradecer a los organizadores de Superbike por detener la carrera inmediatamente después de mi accidente, fue providencial. También agradezco al personal médico de Phillip Island, también es gracias a ellos que las consecuencias fueron menores de lo que podrían haber sido. Los pilotos de Superbike están realmente en muy buenas manos”.
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