Desde las invasiones británicas que siguieron a Carl Fogarty no había colas en las entradas de Assen para la Superbike. En los últimos años antes de la pandemia, este evento aún atraía una buena audiencia, 50-60 mil espectadores, pero esta cifra será superada con creces este fin de semana. La pasión es palpable, tanto en la grada como en el paddock. Este es el primer evento después de tres años de restricciones, por lo que la señal es hermosa. Pietro Benvenuti, director general de Fórmula Imola, también se frota las manos: el Superbike volverá a las orillas del Santerno a mediados de julio próximo.
Jonathan Rea adelanta la cabeza
En el calentamiento, apenas quince minutos en el fresco aire de la mañana holandesa, fue Jonathan Rea quien marcó el mejor tiempo, tras una buena serie de vueltas rápidas. Con el asfalto frío, y en la corta distancia, la Kawasaki podría aguantar el impacto de la Ducati con el Álvaro Bautista desatado. Lo comprobaremos en la carrera sprint, que arranca a las 11. En cambio, para la carrera 2 será difícil dar la vuelta al resultado del aperitivo del sábado: con esta generación de neumáticos ultrablandos, Alvarito se casa, mientras que Rea y Toprak Razgatlioglu (tercero en la carrera 1) tiene que lidiar con que la manta es demasiado corta.
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