Álvaro Bautista volvió a ser el gran favorito para la primera carrera de Superbikes en Phillip Island. En el pasado aquí con Ducati siempre ha marcado una (gran) diferencia: dominio indiscutible en su debut en 2019, con tal ventaja que pudo cruzar la meta con los brazos en alto y al paso, para saludar a los mecánicos. en la pared. La misma historia el año pasado: tres carreras dominaron. En definitiva, el español ganó 8 veces en nueve carreras con la Panigale aquí. El único fallo fue apenas la carrera 1 de 2022, cuando fue necesario un cambio de neumáticos de bandera a bandera debido a la lluvia: quinto puesto. En la distancia habitual de 22 vueltas, Bautista habría partido también esta vez con las previsiones favorables, a pesar de los seis kilos de lastre impuestos. Con el cambio de neumáticos obligatorio impuesto por motivos de seguridad, todo vuelve a estar en entredicho.
Cinco carreras de velocidad en lugar de una
En el pasado, no sólo en Phillip Island, Alvarito y la Ducati Panigale V4 R marcaron la diferencia precisamente cuando las condiciones de agarre estaban al límite. La marca italiana cuenta con un equipo de técnicos y electrónica de MotoGP, por lo que cada vez con las calibraciones de gestión del motor Bautista consigue que los neumáticos duren más que los demás. A menudo demuestra ser incluso más rápido en las etapas finales de la carrera, cuando los demás reman con los neumáticos destrozados. El nuevo asfalto australiano garantiza un agarre adicional impresionante, por lo que el efecto podría haberse amplificado. “En las pruebas siempre trabajamos para lograr la mejor gestión posible de los neumáticos” explica Bautista, en alusión al único día en Phillip Island pero también a las salidas anteriores en Jerez y Portimao. En las tres circunstancias siempre cedió la vuelta rápida y se concentró, él y el equipo, en la duración. En Australia tendrá que correr cinco carreras de velocidad.
“Bastó con ir más lento”
“Es fácil decir que no es seguro, por eso dividimos las carreras en dos.” lamenta Bautista. “En mi opinión, habría sido posible hacer 20 vueltas seguidas, pero para algunos pilotos sería difícil terminarlas rodando los mismos tiempos que en las pruebas. Pero es una cuestión de gestión: si empujas 1’29” el neumático se destruye rápidamente, pero si te quedas en 1’30”-1’31” podrías haber recorrido toda la distancia. Fue suficiente ir más lento“. El pensamiento de Bautista es obviamente interesante, cada piloto está haciendo lo suyo. Pero aquí en Phillip Island, una pista terrible para los neumáticos, siempre ha sido un poco así. Lo mismo pensaba Troy Bayliss, un auténtico furor en estas curvas. “Phillip Island es un circuito muy particular, quizás el único del mundo donde para ganar hay que intentar… ir despacio”. dice el tres veces campeón del mundo. “Si empujas desde el principio no llegarás al final. Por eso, ser cuidadoso con el acelerador y no sobrecargar los neumáticos, especialmente los traseros, siempre ha sido decisivo aquí.“.
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