Los simuladores son fundamentales en la Fórmula 1, tanto para el desarrollo de los monoplazas como para los propios campeones que entrenan y aprenden los circuitos. En MotoGP, en cambio, no existen.
En la F1, cada equipo invierte millones de euros en simuladores, recurre a ingenieros y pilotos profesionales que prueban soluciones en el simulador que luego se adoptarán en monoplazas reales. Detrás del progreso de Ferrari se encuentra el revolucionario simulador Dynisma, instalado en un edificio contiguo al Reparto Corse.
¿Por qué no hay también simuladores de motos? Lo hablamos con Mattia Pasini, quien está trabajando en esto con su empresa Res-Tech.
“Las motocicletas son mucho más difíciles de simular que los automóviles. explica Mattia Pasini – los problemas no están relacionados con el software sino con el movimiento real. Si en los coches basta con recrear un habitáculo, en las motos es diferente y por eso de momento los simuladores siguen estando ausentes”.
¿Habrá en el futuro?
“Estamos trabajando en ello en Res-Tech. El objetivo es crear un simulador de conducción real que no sea solo un derecho-derecho-izquierdo que simule realmente la conducción de una moto y por tanto pueda tener un valor como el de los simuladores presentes en la Fórmula 1″.
¿Cuándo veremos simuladores profesionales en MotoGP?
“El camino todavía es bastante largo porque es más complicado de lo que uno se imagina, como sea que lleguen. Creo que pasarán al menos tres o cuatro años antes de que veamos simuladores de motocicletas profesionales reales. Más aún antes de que se utilicen simuladores en MotoGP como ocurre en la Fórmula 1, pero serán una realidad en el futuro”.
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