“Troy es uno de los pilotos más fuertes que he tenido el placer de conocer en mi carrera y, aparte de la moto que montó en 2008, estoy seguro de que habría ganado ese campeonato de todos modos”.
Recientemente Max Biaggi publicó un post en Facebook en el que desvela detalles de su año con Ducati en Superbike. Es una confesión que ha causado mucho ruido en las redes sociales, pero que también ha sido malinterpretada por algunos. Sobre todo porque se trata de otro gran piloto de Superbikes, Troy Bayliss.
Por ello, el Corsario ha querido añadir este añadido a su ‘confesión’ para aclarar cuál es su relación con Troya.
“Revisando mis trajes hoy encontré uno que usé en el Motorshow de 2003, para la carrera de supermoto, un traje con una librea especial y muy icónica.
El Motorshow era una institución y como se realizaba al final de todos los campeonatos, muchos nos reuníamos para correr y divertirnos. En la zona 48 se había montado un bonito circuito inmerso en las gradas abarrotadas, donde los pilotos nos retábamos sobre supermotards.
El único inconveniente eran las temperaturas bastante bajas, que no animaban a correr por la falta de adherencia. De todos modos, como siempre sucede entre nosotros los pilotos, nunca nadie se echó atrás. Todavía era una carrera y nadie quería terminar segundo.
Una de las carreras del fin de semana fue la Americana, una serie de carreras eliminatorias, donde de vez en cuando se eliminaban los últimos pilotos. Ese año, Bayliss y yo tomamos la ronda final y luchamos por la victoria. ¡Debido al fondo muy resbaladizo, Troy desafortunadamente se resbaló! En ese momento me detuve y lo cargué en mi bicicleta. Juntos dimos la última vuelta y así cruzamos la línea de meta rodando hacia arriba. Más allá del resultado, que no tuvo ningún valor, gracias a esa última vuelta que compartí con Troy, en un ambiente de gran celebración, fue un momento que recuerdo con mucho gusto.
Revisar este traje me hizo pensar en Troy y con gusto vuelvo al post anterior, que escribí en respuesta a algunas declaraciones desafortunadas sobre mí. Corrimos juntos con Troy durante algunos años y Quiero aclarar el profundo aprecio que tengo por Troy, como piloto y como hombre. De hecho para mí Troy es uno de los pilotos más fuertes que he tenido el placer de conocer en mi carrera y más allá de la moto que montó en 2008, estoy seguro de que habría ganado ese campeonato de todos modos.
En la silla de montar todos luchamos por la victoria y nadie quiere terminar segundo, pero en el corazón de cada uno de nosotros está la conciencia del valor de un gran oponente. Cuando estás en la pista tratas de aniquilarlo, ¡cuando dejas de correr te lo pierdes!”.