La FIM no estaba para mirar y antes del inicio del Mundial intervino: la atención se centró en el cuerpo de aceleración del Rossa, cuya apertura de válvulas se redujo
Ha dado el pistoletazo de salida el nuevo curso de SuperSport en Aragón, que como todos sabemos está experimentando una profunda renovación a nivel reglamentario. De hecho, la FIM ha decidido eliminar el límite de cilindrada a 600 cc, abriéndolo a más de 900. Por lo tanto, hemos visto aparecer nuevas motos en escena: es el caso de la MV Agusta F3 800, a la que se suma la Triumph ST 765 RS. , sin olvidar la Ducati.V2.
La Rossa de 955cc era sin duda una de las más esperadas en el inicio del Campeonato del Mundo, teniendo en cuenta el récord de rendimiento mostrado durante el invierno por Nicolò Bulega. En este sentido, con el fin de equilibrar los valores en el campo entre las motos, la FIM intervino sobre las últimas llegadas, limitando su potencial.
Si tenemos en cuenta a Ducati, en este caso la atención se centró en el cuerpo de mariposa de la Panigale V2. De hecho, los técnicos de la FIM han decidido reducir la apertura de las válvulas de 0 a 150 km/h al 75 %. Mientras que se fijó en un 80% a más de 150 km/h.
Este fue el método adoptado frente a los Reds, que sufrieron no poco la comparación con las Yamaha de Aegerter y Baldassarri, que llegaron a la meta en la Carrera 1 con diez segundos de ventaja sobre la mejor Ducati V2 y siete segundos en la Carrera 2.
Uno de los aspectos que más llamó la atención durante el fin de semana de Aragón fue sin duda la salida de las curvas. De hecho, los R6 tenían una gran aceleración y empuje, mientras que los V2 se vieron obligados a sentir el pellizco, luchando por mantenerse al día.
Obviamente no estamos aquí para señalar con el dedo a Evan Bros o Ten Kate. De hecho, conocemos bien a los dos equipos, porque además de representar la excelencia en la categoría, durante el invierno han demostrado que saben subir aún más el listón respecto a la temporada pasada.
El problema, sin embargo, con la actual apertura del reglamento, es que no será fácil para la FIM equilibrar los valores sobre el terreno de juego y el descontento corre el riesgo de estar presente de un lado o del otro. Hoy, de hecho, paga Ducati o Triumph y MV Agusta, que ni siquiera han visto el podio en Motorland, mientras que mañana le tocará a alguien más.