Remy Gardner viene de MotoGP y todos tienen mucha curiosidad por ver cómo le irá en su primer año en el Campeonato del Mundo de Superbikes. Es un campeón mundial, ganó el título de Moto2 en 2021, y las expectativas son altas incluso si no corre para un equipo de fábrica.
En las dos primeras jornadas del calendario 2023 solo anotó 19 puntos, pero su cuenta pesa al haberse perdido todo el sábado en Indonesia por problemas gastrointestinales. Al cero de la Carrera 1 de Mandalika hay que sumar también el que había sumado en la Superpole Race de Phillip Island, cuando también eliminó a su compañero de equipo Dominique Aegerter (24 puntos en la clasificación). El séptimo puesto con el que finalizó la Carrera 2 en la isla de Lombok, tras una salida desde la última fila, es un resultado muy alentador de cara al futuro.
Gardner, primeras impresiones sobre Superbike y R1
Gardner está bastante contento con cómo le está yendo en el Mundial de Superbikes y con la adaptación a la Yamaha R1: “Estoy demostrando que tengo la velocidad necesaria – le dijo a Speedweek – y esto es fundamental. Me doy 7 como calificación hasta ahora. La bicicleta es divertida, puedes deslizarla y montarla con la parte trasera. No todo está controlado por la electrónica. Lo mejor de todo es que los frenos son muy efectivos. En las curvas, la parte delantera es bastante estable. La Yamaha R1 es una moto equilibrada“.
Compartir datos entre los diferentes equipos de Yamaha es importante y ayuda a Remy a comprender cómo conducir su R1 de manera más efectiva. Hay un aspecto específico en el que siente que debe mejorar: “En frenada, mis valores se acercan a los de Razgatlioglu – explica – y acelero bien en la salida. El mayor problema lo tengo en las curvas, ya que estaba acostumbrado a una moto que llevaba muy poca velocidad en las curvas. La gestión es totalmente diferente y tengo que adaptarme.“.
Remy satisfecho con el clima en Yamaha y en el paddock de SBK
El australiano se muestra muy motivado por la comparación con sus otros compañeros de marca: “Nos empujamos unos a otros – el reclama – y así también mejoramos la moto. Si alguien llega tarde, solo tiene que copiar a los demás. Hay un sistema que ayuda a todos.“.
Gardner se está adaptando bien al equipo GYTR GRT Yamaha y en general al paddock de Superbikes, que parece gustarle más que el de MotoGP: “Aquí todo es más relajado. Eso sí, siempre habrá choques en la pista, pero el clima es más tranquilo“. Ciertamente las presiones son diferentes en la categoría reina de MotoGP, donde el margen de error es más limitado y se puede tardar muy poco en perder la confianza.
Los objetivos de Gardner
El hijo de su familia asumió la experiencia SBK con mucha ilusión y ganas de hacerlo bien, pero sin querer presionarse en exceso: “Quiero aprender a gestionar los neumáticos, entender la categoría y divertirme encima de la moto. Después de lo que pasó el año pasado, quiero disfrutar de mi trabajo.“.
2022 en MotoGP con el equipo KTM Tech3 fue realmente complicado para Gardner, que llegaba a la categoría reina como vigente campeón de Moto2 y con unas expectativas razonables. Ni él ni su compañero Raúl Fernández consiguieron brillar y se quedaron fuera, pero el español tuvo una segunda oportunidad gracias al equipo RNF Aprilia. En cambio, Remy tuvo que cambiar de opinión, prefiriendo WorldSBK a regresar a Moto2. Una elección en la que cree mucho.
Foto: Yamaha Carreras