A lo largo de su historia, la Fórmula 1 ha cambiado el reglamento y ha encontrado un equipo que lo interpretó mejor que los demás. Los vigentes a partir de 2022 fueron leídos a la perfección por Adrian Newey, que convirtió a los monoplazas de Red Bull en auténticos rompe-campeonatos. Los éxitos obtenidos con el RB19 ya han pasado a los archivos, son historia, ahora la compañía austriaca espera alcanzar esos números también con el RB20. El coche que será conducido por el actual campeón mundial Max Verstappen y el actual vicecampeón Sergio Pérez. El objetivo, por tanto, es seguir superando.
El RB20 no fue creado para continuar el trabajo del RB19.
La presentación de Red Bull también contó con la presencia del director del equipo, Christian Horner. En las últimas semanas había acabado en un escándalo, que muchos creían que le habría alejado del equipo. Esto no parece cierto de momento, al contrario, fue él quien mejor presentó la presentación de ayer. La misión que se han propuesto es poder volver a ganar ambos campeonatos: pilotos y constructores. La temporada pasada será difícil de igualar, pero lo que esperan es mantener el rumbo. 2023 es una de esas temporadas únicas en la vida, con el RB19 capaz de ganar 21 de 22 carreras.
Lo que llama inmediatamente la atención es la estructura de la máquina, que para muchos podría haber sido muy similar a la anterior. El RB20, sin embargo, es muy diferente del coche del año pasado, lo que demuestra que la brillantez de Newey no tiene límites. La boca de los radiadores, por ejemplo, es completamente diferente, teniendo una apertura alta y estrecha, como las de los dos últimos Mercedes. La cuestión es que si esta solución tuvo dificultades para expresarse en los monoplazas de Stuttgart, es probable que sea explotada a la perfección en los austriacos. Lo que más nos hace reflexionar es que muchos coches se inspiraron en el RB19, mientras que los hombres que trabajan en Milton Keyes lo revolucionaron todo.
Red Bull busca continuidad
Cuando vienes de una temporada en la que tus pilotos obtuvieron el primer y segundo puesto en el campeonato de pilotos, sólo puedes decir que el objetivo para 2024 sigue siendo el mismo. La esperanza es sumar más puntos, sobre todo con uno de los dos, que ha dado signos de debilidad ante el otro. Verstappen quiere su cuarto título, no oculta su deseo de alcanzar a Sebastian Vettel. El alemán ha ganado sus cuatro campeonatos del mundo con Red Bull, como espera el holandés y quizás el año que viene incluso pueda superarlo en el ranking de los más exitosos de la Fórmula 1.
2025 es un futuro demasiado lejano, así que dirígete hacia 2024, donde Max querrá seguir dominando como lo hizo la temporada pasada. El año pasado se ganaron diecinueve carreras, una cifra quizás irrepetible, pero la aspiración de volver a intentarlo está ahí. Pérez, en cambio, quiere demostrar que se merece un Red Bull, después de un 2023 que empezó bien pero acabó bajo el ojo de la tormenta. El mexicano sufrió mucho por parte de su compañero, declarando que el RB19 no le convenía mucho. Este año espera llevarse bien con el RB20 para intentar luchar de verdad con el otro abanderado de la escudería austriaca.
Red Bull gana y revoluciona
El RB20, como hemos dicho, supone una auténtica revolución respecto al monoplaza del año pasado, pero eso no le quita ventajas. El coche ya ha recibido opiniones positivas de ambos conductores, lo que significa que las nuevas soluciones parecen funcionales. La selección austriaca sabe que los demás querrán participar en el partido, por eso, la atención sigue siendo máxima. Todos esperamos un campeonato del mundo más equilibrado, lo que no lleva a Red Bull a pensar ya en el coche de 2025 a mitad del campeonato, dada la ventaja que ha acumulado. También porque, si este dominio continúa en 2025, corremos el riesgo de ver un Newey el próximo año, ya proyectado para la nueva normativa de 2026.
FOTO: social Escudería Red Bull