En España llegan nuevos radares de tráfico “en cascada”, que captan al usuario frenando justo antes del aparato. Se esperan varios minutos para usuarios rebeldes.
La velocidad, a todos les gusta (o casi) y lamentablemente no nos damos cuenta que el peligro aumenta. Las distancias de frenado aumentan en consecuencia, “descartar” cualquier objeto en la calzada se vuelve más complicado, al igual que el control del vehículo, que puede derrapar más fácilmente y es más difícil de recuperar. En Italia tenemos el Tutor, que mediante el cálculo de la media (donde esté presente), obliga al usuario de la vía a una media que evite sobrepasar los límites de velocidad. Luego están los radares fijos y móviles. Los primeros, cuando sabes dónde están instalados, son casi inútiles, ya que hasta el último momento puedes exagerar con la velocidad. El mueble requiere primero la instalación del rótulo, e incluso en este caso, con un poco de atención te evitas la multa. ¿La solución? Viene de España.
Ya no será necesario frenar y acelerar
La Guardia Civil española ha encontrado la solución. Colocar radares móviles prácticamente paralelos, en sentidos opuestos a la vía rápida. Por lo tanto, las cámaras están dirigidas a los conductores de su lado. Tratemos de entender lo que “inventaron”. En una situación normal, el conductor frena cuando ve el equipo de la cámara de velocidad y luego vuelve a acelerar. Pero, ¿y si hay otro después? Bueno, en ese momento es realmente demasiado tarde para reducir la velocidad, y en ese momento se activa la sanción. Por lo tanto, el objetivo es evitar el frenado y la posterior reaceleración..
¿Vendrá la cosa a nosotros, en el hermoso país? Seguro que la noticia, “girando”, seguro que también llegará a nuestros Cuerpos Policiales. Como todo en Italia tal vez, lo implementarán, alguien apelará, también lo ganará, y luego intervendrán los Ermellini para aclarar. Después de todo, sin embargo, tengamos en cuenta que si hay un límite de velocidad, hay que respetarlo. Los Cuerpos Policiales no hacen más que tratar de evitar comportamientos peligrosos por la velocidad no adecuada al tramo de carretera. Entonces podríamos abrir un debate sobre sus municipios que “quieren ganar dinero”, pero en cualquier caso, todos tratamos de respetar los límites de velocidad, por la seguridad propia y ajena.