San Marino ciertamente no tiene el encanto de Montecarlo pero se está convirtiendo en un país muy querido por pilotos y deportistas en general. No se sabe cuántos han elegido vivir en la pequeña República. Muchos prefieren no decirlo y se refugian tras un muro de confidencialidad. Seguramente Enea Bastianini, Tatsuki Suzuki y varios corredores más se trasladaron a las faldas del Monte Titano. Suelen vivir en espléndidos lofts, amueblados con buen gusto, junto a su pareja. San Marino es un lugar ideal para vivir: es un país fascinante, con todos los servicios pero poco tráfico. Mudarse a San Marino es una elección de estilo de vida pero también está ligada, sobre todo, a razones económicas, en particular una: la “Residencia atípica sujeta a régimen fiscal subvencionado”, regulada por la ley 223/2020 Art. 16-ter.
lo que dice la ley
La “Residencia atípica sujeta a un régimen fiscal facilitado” está prevista para el ciudadano extranjero que pretenda establecer su residencia en San Marino y que genere ingresos en el exterior. El extranjero solicitante debe estar en posesión de un seguro médico. A los 10 años se consolida en residencia registrada efectiva, adquiriendo los derechos respectivos. […] Respecto a las rentas producidas en el extranjero, se debe un impuesto sustitutivo del IRPF general al 7% sobre la “frontera neta” con un importe mínimo de 10.000,00 euros y un máximo de 100.000,00 euros por cada ejercicio fiscal del período de vigencia de la la residencia […].
Los documentos requeridos
El solicitante de la residencia atípica a que se refiere este artículo deberá presentar una solicitud específica ante la Secretaría de Relaciones Exteriores. Obviamente, para tener este tipo de residencia, debes presentar la documentación adecuada. Esto incluye un contrato preliminar o promesa de compra de edificios o un contrato preliminar de alquiler. También deben certificar la ausencia de condenas penales y cargos penales pendientes. Además, deben haber cumplido con sus obligaciones tributarias en cualquier país. El solicitante y los miembros de la familia que tengan la intención de trasladar la residencia a la República de San Marino deben poder demostrar que tienen suficientes recursos para su manutención.
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