Código de vestimenta de corbata negra. La sentencia no deja lugar a dudas. Para participar en los Premios FIM, en el Palazzo dei Congressi en Rimini, las damas deben usar un visor hasta los tobillos y los hombres un esmoquin con pajarita negra. Y así, los pilotos y directores de equipo abandonan el uniforme del equipo por una velada y se visten muy elegantes. Hay quienes se sienten a gusto y quienes decididamente no tanto. Como Álvaro Bautista que, desafiando el protocolo, viste una camiseta roja con corbata pero su personalidad también se nota en estas pequeñas cosas.
El evento comienza con la sesión informativa del personal, estrictamente en trajes oscuros. Más de setenta azafatas y chicos de seguridad además de técnicos y chefs, solo para dar una idea de la amplitud del evento. Entre los corredores, el primero en llegar es James Toseland, presentador del evento y quien de alguna manera hace los honores de la casa… aunque no esté precisamente en casa.
Entonces todos los invitados llegan uno tras otro. Valentino Rossi entra por… no sabemos por dónde. Nadie lo ve pasar pero sigue ahí. Por la alfombra roja desfilan los presidentes de todas las federaciones internacionales, los Campeones del Mundo, los directores de equipos que han ganado campeonatos del mundo, los representantes de los principales fabricantes, los patrocinadores y algunos súper invitados. Primero se paran en el mostrador de acreditaciones, guardarropa y finalmente hacen cola para la foto de recuerdo.
Mientras los invitados esperan, como en Correos, aprovechan para hacer relaciones públicas, un business to business que aprovecha al máximo el espectáculo. Ya porque la consigna es hacer una escena, pues paciencia si alguna señora le ha comprado el vestido de noche a los chinos por 20 euros. Y realmente hay quienes lo hicieron, hemos escuchado a chicas hablar de eso, pero son simples detalles.
Las damas son todas muy elegantes, el problema es el largo de los vestidos, muchas veces hasta el piso. Por lo tanto, ha habido varios accidentes en el camino, pero no hay evento automovilístico sin choques y derrapes. Y como en todo evento de motos, hay quienes marcan el récord de la pista y Valentino Rossi lo hizo a la salida del salón de los Premios FIM. Faltaba el transpondedor, pero él y Francesca corrieron toda la alfombra roja, los más rápidos de la noche. No querían parar a la salida para fotos y entrevistas y es comprensible dado que la entrega de premios terminó a la medianoche.
Muchos otros invitados se entretuvieron hasta altas horas de la noche. Tras la ceremonia se organizó una fiesta para todos los invitados, un momento de relax en el que soltar los frenos inhibitorios y bailar, bromear y reír a carcajadas. Fue precisamente en la fiesta donde vimos la cara más humana de los pilotos, directivos y ejecutivos. Algunas señoras previsoras habían traído zapatos de repuesto para estar más cómodas, algunas se quitaron la pajarita para divertirse sin restricciones de ningún tipo, esperando volver a vestir el traje y el uniforme del equipo que tanto les gusta.
¡Qué cuento de hadas Marco Simoncelli! Cuento ilustrado “58” también a la venta en Amazon Books