Su nombre era Cirillo Pagani pero para todos era simplemente Nello. Era refinado, elegante, en la pista y en la vida. Parecía un baronet pero en realidad era un relámpago, especialmente en mojado. Corrió durante mucho tiempo con Guzzi y Gilera, pero terminó su carrera en MotoGP con una MV Agusta.
Nacido en Milán en 1911, comenzó a competir muy pronto, con tan solo 16 años sobre una Orione 125. Durante su larguísima carrera acumuló más de 300 éxitos. En 1933 ganó el primero de sus cinco títulos italianos. Luego fue enviado al frente, en la Guerra de África. A su regreso recogió los otros títulos italianos: tres en 250 y dos en 500.
En 1949 nació el Campeonato del Mundo. Nello Pagani ya tenía 38 años, los demás pilotos eran más jóvenes pero él tenía algo más. Compitió en las clases de 125cc y 500cc en un FB Mondial. En 125 Pagani ganó en Suiza y Holanda pero el quinto puesto en Monza fue decisivo. Luego se convirtió en el primer Campeón del Mundo italiano, después de una buena pelea con Dario Ambrosini de Cesena, en un Benelli. Ese año, sin embargo, se concentró sobre todo en la clase 500. Compitió en la Gilera y fue allí donde logró sus mejores resultados: dos victorias, un tercer puesto y un quinto. Prácticamente había ganado el título pero los comisarios otorgaron el punto por la vuelta rápida a Leslie Graham. Según todos los informes, fue un error, pero en ese momento las herramientas electrónicas eran rudimentarias. Lo consideró una injusticia, pero aceptó el segundo lugar y siguió adelante.
En 1950 participó en el campeonato mundial de MotoGP pero también en el Gran Premio de Suiza de Fórmula 1 en un Maserati. No brilló pero vivió emociones que guardó para siempre en su corazón. Luego compitió en el Campeonato Mundial hasta los 44 años. No ganó otros títulos mundiales pero subió al podio en varios Grandes Premios de la clase 500. A los 55 años participó en el Giro Motociclistico d’Italia sobre una Norton Atlas 750, logrando el último éxito de su espléndida carrera. .