2023 estuvo un año por debajo de las expectativas para Yamaha, que necesita intervenciones en profundidad en la M1 para relanzarse en 2024. Cada área necesita mejoras. No es casualidad que durante los test de Valencia se trabajara en el chasis, la aerodinámica y el motor. Hubo algunas características nuevas que Fabio Quartararo y Alex Rins probaron mientras esperaban recibir una versión más actualizada de la moto en Sepang, donde también podrán pilotar en los días de shakedown normalmente destinados sólo a pilotos de pruebas.
Las nuevas concesiones abren grandes oportunidades para la compañía de Iwata, que al igual que Honda disfrutará de ventajas útiles para reducir la distancia con los líderes de la parrilla de MotoGP. No habrá más excusas. Los fabricantes japoneses han conseguido más de lo esperado y tendrán que saber aprovechar la situación.
MotoGP, Yamaha: valoración de Jarvis
No consiguió la moto que quería, pero Quartararo, según Lin Jarvis, montó mejor que nunca en 2023: “Definitivamente está en plena forma. – le dijo a Speedweek – después de un comienzo de año difícil y frustrante para él. No podía hacerlo tan bien como antes. Después de eso, noté un tipo diferente de actitud positiva. Se sintió más libre y condujo muy bien.“.
El director general de Yamaha admite que pronto se dio cuenta de que sería una temporada muy complicada: “Digamos después de las dos primeras carreras. Las Ducati eran increíblemente fuertes. En 2022 estuvimos luchando por el Mundial hasta Valencia y luego nos encontramos novenos. Además, sólo teníamos dos motos en la parrilla. ha sido un año muy largo“.
¿Equipo satélite en 2025?
Jarvis explicó cuál era la mayor desventaja de Yamaha: “No hemos desarrollado el motor en los últimos años. En Ducati fueron muy agresivos, avanzamos a pequeños pasos. Trabajamos de manera conservadora y hoy en día eso ya no es suficiente.“.
Evidentemente, ya no tener un equipo satélite también es un problema para la empresa de Iwata, que aspira a volver a disponer de uno en el futuro. El directivo británico lo reiteró y nos dijo que la M1 volverá a resultar atractiva para los clientes potenciales: “Cuando tocas fondo, sólo queda una opción: mirar hacia adelante y cambiar las cosas. Estamos trabajando en ello entre bastidores, estamos invirtiendo mucho dinero cuando es necesario y estamos cambiando la forma de trabajar. Trabajaremos más con expertos europeos y estoy convencido de que a principios de la próxima temporada estará lista una moto mucho mejor. No puedo decir todavía si será lo suficientemente bueno“.
Tener más Yamaha en la pista es útil tanto para el desarrollo como para resolver problemas. Ducati es un ejemplo extremo con ocho Grandes Premios Desmosedici, cuatro de los cuales son del año anterior. El sueño es sacar de la órbita ducatista al equipo VR46, cuyo contrato expira a finales de 2024. Para que este escenario se materialice, se necesita una M1 verdaderamente competitiva en el próximo campeonato de MotoGP.
Foto de : Yamaha