Pecco perdió el control de su Ducati en la curva dos al comienzo de la Q1 mientras usaba slicks. Gran susto y gran dolor en los hombros. Será el último mañana
Pecco Bagnaia vivió una pesadilla el sábado en Portimao. Tras perderse el acceso directo a la Q2, el piloto de Ducati intentaba pasar por el escollo de la Q1, pero los neumáticos de su Ducati lo traicionaron. Con la pista caracterizada por condiciones mixtas secas y mojadas, Pecco había intentado de inmediato la posibilidad de slicks, pagando un precio muy alto.
Su Ducati le derribó en la curva dos y después el piloto apareció muy dolorido, sobre todo en la zona del hombro derecho. Una primera radiografía en el centro médico de la pista descartó fracturas, pero Bagnaia fue llevada al hospital para una tomografía computarizada. Por el momento no se conocen otros detalles sobre su estado, pero si mañana sale con regularidad al Gran Premio, se verá obligado a hacerlo desde la última casilla de la parrilla de salida.