Valentino Rossi gran protagonista en el paddock de MotoGP en Valencia, donde pudo presenciar la histórica victoria mundial de Pecco Bagnaia. Un traspaso «hecho en Italia» de la leyenda de la Copa del Mundo al nuevo campeón y alumno de su Academia VR46. El próximo objetivo es elevar el rendimiento de su Mooney VR46 Racing Team: «Gran pelea entre Bezzecchi y Marini, tienen resultados muy similares. Siento que a Luca le falte la pata para el podio y en mi opinión se lo merece“.
Valentino Rossi de Valencia a Le Castellet
Hace un año el Doctor abandonó definitivamente MotoGP tras la última carrera en Cheste, con una gran celebración en su garaje, casi como si hubiera ganado un Campeonato del Mundo. Un año después, el título mundial llegaba de verdad con su pupilo Pecco Bagnaia, gracias también al trabajo realizado por Valentino Rossi y sus colaboradores durante la última década, abriendo las puertas del Rancho a la joven generación de VR46. Tras la “fiesta grande” en Valencia, el piloto de 43 años voló al sur de Francia para realizar una prueba oficial de su nuevo BMW M4 GT3 con el que participará en el próximo campeonato GT WCE. En el circuito, Paul Ricard en Le Castellet también comenzó a familiarizarse con su nuevo compañero de equipo Maxime Martin, ya que Frederic Vervisch decidió permanecer fiel a la marca Audi. Valentino continuará la aventura sobre cuatro ruedas con el equipo belga Wrt de Vincent Vosse, en busca de ese podio perdido en su primer año como novato.
El Doctor recuerda la Clínica Móvil
2022 será recordado no solo por la conquista del Campeonato del Mundo de MotoGP por parte de Pecco Bagnaia. La larga experiencia de la Clínica Móvil finalizó en Valencia. Difícil opinar sobre esta decisión de Dorna. «Hay tanto que decir… Viví los años rugientes de la Clínica Móvil, del Doctor Costa, donde volvías a empezar aunque estuvieras todo roto. Pero el mayor favor que me ha hecho el Dr. Costa es poder seguir teniendo padre gracias a la Clínica Móvil. Aquel día en Imola de 1982 se estaban probando una chaqueta nueva, que entregaban a los médicos de la pista y servían para entubar a cualquier piloto que la necesitara en el acto. Mi padre Graziano cayó en Villeneuve – recuerda Valentino Rossi – y hubo un médico de la Clínica Móvil que cruzó la vía, porque estaba del otro lado, y lo salvó intubándolo en el acto. Más que eso no sé qué decir“.
Foto: Equipo de carreras VR46