Valentino Rossi no logró ganar su décimo título mundial como piloto, pero el paddock de MotoGP todavía lleva su firma VR46. No solo con el equipo creado a partir de los cimientos del Sky Racing Team, sino con un puñado de estudiantes potencialmente ganadores. Un buen ejemplo es Pecco Bagnaia, campeón del mundo con Ducati, autor de un excelente final de temporada en 2021 y una remontada histórica en el campeonato mundial en 2022. Pero esa no es la única flecha en la aljaba del escuadrón Tavullia. Si añadimos que el fabricante dominante en estos momentos es Ducati, estamos ante la tormenta perfecta.
Pecco Bagnaia campeón de MotoGP
El piloto originario de Chivasso, que dejó de niño su ciudad natal para «especializarse» en el terreno de los motores, sucedió al gurú Valentino Rossi como campeón tras una sequía de 13 años en el motociclismo italiano. La tendencia parece destinada a cambiar, y radicalmente, en las próximas temporadas con el crecimiento de jóvenes reclutas del Rancho. La Academia VR46 está reestructurando la organización interna para elevar aún más el nivel de los «grandes» estudiantes, la intención es abrir una era ganadora con Pecco Bagnaia y Ducati. Después de no sumar ni un solo punto en su debut en Moto3 en 2013, el equipo VR46 lo incorporó a sus filas para convertirlo en uno de los pilotos más rápidos de la parrilla en llevarse el título de MotoGP.
El piloto piamontés se arriesgaba a quedar fuera de juego a los 17 años, pero Valentino Rossi y, sobre todo, Alessio Salucci vieron en él ambición y talento cuando aún estaban en pañales. Pecco ganó el Campeonato del Mundo de Moto2 en 2018 vistiendo los colores de VR46 y cuatro años después es el rey de MotoGP. Para los que piensen que sólo se proclamó campeón gracias a una Desmosedici GP claramente superior a sus rivales, hay que recordar que en parrilla había nada menos que ocho prototipos similares. Y Bagnaia es el único que ha podido marcar la diferencia.
Luca Marini busca su primera victoria
El medio hermano de Valentino Rossi se tambaleaba en las dos primeras temporadas en Moto2, entre una larga serie de retiros y ubicaciones en los barrios bajos de la parrilla. El gran avance se produjo cuando fue reclutado por el equipo VR46 en la clase media. En 2018 llegan los podios y se repite la primera victoria en el mundial de MotoGP en 2019, se afirma como subcampeón en 2020 ganándose el salto a MotoGP. Ha demostrado que sabe ser rápido en la vuelta rápida, que puede brillar en la calificación, se ha acercado al podio en varias ocasiones. En la temporada 2023 quiere conseguir su primera victoria en la categoría reina, tiene a su disposición la Ducati GP22 que conoce a la perfección y con la que podrá empujar desde el principio, sin tener que andarse con rodeos de actualizaciones e innovaciones técnicas. Lo ideal sería seguir el ejemplo de Enea Bastianini, pero cada campeonato es una historia en sí misma.
Marco Bezzecchi “mejor novato”
Otro cachorro hambriento de Valentino Rossi, como su pitbull Rubik, nombre que le puso la gran pasión de Marco por resolver el famoso cubo. Nacido en 1998, ya puede contar en su currículum con un tercer puesto en Moto3 en 2018 con la KTM RC 250 GP del equipo Redox PrüstelGP. Otro tercer puesto en la clasificación de pilotos de Moto2 en 2021 con la Kalex del SKY Racing Team VR46. En su primer año en MotoGP consiguió un segundo puesto, el primer podio para el Mooney VR46 Racing Team, una pole position, el título de «Rookie del año». El joven de 24 años de Romaña ya ha recibido ofertas de los principales equipos de la categoría reina para 2024, pero VR46 quiere tenerlo cerca. Destaca por su impresionante capacidad para clasificarse para los primeros puestos, a pesar de que su Ducati es menos competitiva que la de sus compañeros de marca. En 2023 se hablará mucho de él, seguro que no por el pelo rizado que tanto se parece al de Sic…
Franco Morbidelli busca la redención
En este preciso momento, es quizás el ciclista más «decaído» de la Academia VR46, pero ciertamente no ha perdido las cualidades de un campeón. Al fin y al cabo, el piloto ítalo-brasileño, uno de los primeros alumnos de Valentino Rossi, nunca ha pasado por Moto3. En su cuarta temporada en Moto2 logró el título mundial con el equipo Marc VDS, saltó a la Top Class con una Honda que no le permitió demostrar su potencial. La música cambia en la Yamaha del equipo satélite Petronas en 2019, cuando empieza a tomar medidas con la M1. En el Campeonato del Mundo «restringido» de 2020, logró tres victorias y se afirmó como subcampeón del mundo, acercándose casi al título que acabó en manos de Joan Mir (con una sola victoria). Luego la lesión de rodilla, la operación, el paso al equipo de fábrica con una moto que mientras tanto había cambiado de carácter… En 2022 no pudo adaptarse al prototipo de Iwata, con el que incluso un veterano como Andrea Dovizioso tropezó. La temporada 2023 será decisiva para su futuro, dado que su contrato vence dentro de un año.
Celestino Vietti “doble cara”
A sus 21 años es considerado uno de los grandes talentos del motociclismo italiano. Tras dominar la primera parte de la temporada de Moto2 con tres victorias, Vietti entró en una crisis que le llevó a caer en casi todas las carreras. El piloto piamontés está en manos de la VR46 Academy, que se hará cargo de él durante este parón invernal. Su talento es indiscutible, queda por entender qué pasó a nivel mental. En 2023 intentaremos aspirar al Mundial de Moto2 con la nueva escudería Fantic para ganarnos un hueco en la categoría reina. Algunos fabricantes ya se habían abalanzado sobre él, entonces la salida de Suzuki trastocó los planes del mercado.
Foto: Academia de pilotos VR46