Será un verano 2023 movido para el circuito de Valencia. De hecho, se prevén nuevas obras relativas en primer lugar a la renovación total del asfalto. Además de disponer otros aspectos del circuito, como zonas verdes o gradas. Noticia que se acerca a la gran final de MotoGP, prevista para los próximos días en este trazado. Uno de los tramos fijos del Campeonato del Mundo, así como del JuniorGP, que acaba de terminar 2022 justo en Ricardo Tormo.
Una pista inaugurada en 1999, desde entonces escenario de una prueba del Campeonato del Mundo de MotoGP. A partir de 2001 se convierte en la prueba final de la temporada (a menudo es también el GP decisivo desde una perspectiva mundial, como este año). Salvo el difícil 2020, que trastocó todos los programas. Valencia acogió una doble jornada, decisiva para la concesión del título a Joan Mir, pero es el único año en el que se ha producido el final de temporada del «rookie» Portimao.
Ya en 2012 se reasfaltó por completo la pista, mientras que en 2016 hubo algunos cambios en la parte final de la recta, en la zona de frenada. En 2023 vuelve la renovación completa del asfalto, 58.536 metros cúbicos para los 4005 metros de longitud del Ricardo Tormo. Una medida, bajo la atenta mirada de la FIM y la FIA, destinada a aumentar el agarre y sobre todo la seguridad de una pista frecuentada por muchos campeonatos. No solo MotoGP y JuniorGP, también cuatro ruedas, o ciclismo y triatlón.
“La colocación del nuevo asfalto será una de las grandes obras de 2023” ha subrayado el director general de la ruta de Cheste, Gonzalo Gobert. “Pero no la única, ya que también cuidaremos las áreas verdes, los escalones, las vías de escape. Si queremos seguir albergando las competiciones más importantes no debemos dejar de trabajar».
Foto: Circuit Valencia