“Manejar la moto sin estorbar a los pilotos que te rodeaban fue realmente difícil. Cuando salí de la grava golpeé el asfalto un poco inclinado y perdí el control de la parte delantera”
El fin de semana de Suzuki es negro como negro es el asfalto que besaron sus pilotos en Le Mans. Dos ceros muy pesados que cuentan la tensión dentro del box, un box que vive su última temporada en el mundial y que es incapaz de devolver a sus pilotos la calma y la serenidad necesarias para correr a estos niveles.
por Mattia Caimí
Es una situación difícil para Alex, quien en 2021 había tenido problemas para encontrar consistencia y fue culpable de demasiadas caídas. 2022 iba a ser el año de la recuperación, en el que volver a apuntar al gran botín y dejar atrás la época oscura. Alex se enfrenta a un nuevo desafío, pero no tendrá que dejar que la situación interfiera con su temporada. De sus palabras se trasluce la decepción de tener que abandonar un proyecto al que estaba ligado y de haber registrado la primera caída del campeonato.
“Fui tercero detrás de Pecco y pude andar bien sin estrés. Cuando llegué a la primera curva frené exactamente en el mismo punto que en las vueltas anteriores pero perdí la parte delantera, y Tuve que meterme en la grava y terminar en ella a doscientos por hora. Tener que manejar la bicicleta sin estorbar a los ciclistas que te rodean es realmente difícil. Cuando salí de la grava me topé con el asfalto un poco inclinado y perdí el control de la moto. Es una pena porque fuimos rápidos todo el fin de semana, pero sabemos por qué nos caímos. La próxima carrera es Mugello y está en territorio Ducati, pero hemos obtenido buenos resultados allí en el pasado. Además este año tenemos más motor”.
Como estuvo el grip hoy. Ha habido muchas caídas.
“El agarre fue bueno, lo que es aún peor porque me sentía bien en la silla y podía estar en la parte delantera”.
¿Tuviste algún problema con la presión delantera?
“No he tenido tiempo”.
¿Cómo es el clima en el equipo? Es una pregunta que ya se ha hecho en varias ocasiones a los pilotos de azul este fin de semana.
“Sinceramente bien, las mecánicas tienen momentos mixtos, pero están funcionando bastante bien. No es fácil trabajar en estas condiciones, cuando no sabes lo que harás el próximo año es fácil perder la motivación”.
¿Lloraste cuando Livio y Sahara te hablaron?
“Sí. Estuvo mal. Yo estaba en la oficina cuando hablamos. Es triste pensar en todo lo que se perderá, la moto está creciendo, el motor ha mejorado mucho desde el año pasado y estábamos haciendo buenas carreras. Cuando me hablaron con sinceridad quedé destrozado”.