El RC16 está sufriendo y eso no ayuda al debutante australiano: “No me estoy divirtiendo, cada vez que intento empujar estoy en la grava”
KTM ha estado luchando mucho desde su llegada a Europa. Tras el podio de Brad Binder en Qatar y la victoria de Miguel Oliveira en Mandalika (en mojado), el RC16 parecía ser la sorpresa de la temporada. Es de momento, pero de forma negativa. Si los dos pilotos del equipo oficial luchan, para los dos novatos de Tech 3 es aún peor. Raúl Fernández es el único piloto que no ha sumado un solo punto en las primeras 7 carreras (pero se perdió 2 por una lesión en la mano), Remy Gardner tiene 3 (un puesto 15 en Losail y un 14 en Portimao).
Una cuenta muy pobre, sobre todo porque la pareja que dominó el campeonato de Moto2 el año pasado no parece ver la luz al final del túnel. Eso sí, la moral de los dos pilotos no es la mejor y no ayuda que ambos hayan firmado un contrato de un año con el fabricante austriaco.
“No me estoy divirtiendo en este momento, cada semana me lastimo – ha explicado jardinero – Cada vez que trato de empujar termino en la grava. Espero que pronto recibamos actualizaciones para la moto”.
La RC16 necesita algunos cambios, incluso los dos pilotos de fábrica lo repiten: pierde prácticamente en todos los terrenos (entrada en curva, distancia y aceleración) y hay que correr para cubrirse.
Remy, sin embargo, también debe pensar en su propio futuro y no se esconde detrás de un dedo.
“Después de 7 carreras, estaba a solo dos décimas de Oliveira en la calificación – recordó el resultado de Le Mans – No creo que sea malo, pero al final es KTM quien tiene que decidir. Si no me quieren me voy a SBK”.
Gardner es contundente y va directo al grano, pero sabe que KTM también tiene sus defectos. Las próximas semanas también serán cruciales para él.