«Ha sido un día extraño». Así comenta Miguel Oliveira el viernes recién finalizado en Portimao. Gran preocupación para Pol Espargaró en el entrenamiento 2, pero tampoco le fue tan bien. El nuevo piloto de Aprilia RNF realizó un temible highside en la curva 10, momentos antes de la explosión de su colega GASGAS Tech3 en la misma zona. Con un desenlace diferente, ya que Oliveira se recuperó pronto, aunque algo magullado. Para él, la 19ª contrarreloj combinada y, por tanto, la Q1, no es exactamente lo que esperaba el primer día de su GP de casa…
El clima no ayudó en la mañana. “En los primeros entrenamientos libres el chapoteo de la lluvia nos hizo hacer solo un par de tandas. No tuve un gran presentimiento» admitió Miguel Oliveira al final de la jornada. Durante las pruebas de la tarde, sin embargo, hubo algo más que no funcionó. “Al principio me sentía bien con la moto, pero cuando probamos la segunda moto con otra configuración hubo un problema con el amortiguador de dirección” explicó el piloto #88. Pero llega la primera bandera roja. “Un descanso muy largo, no entendí lo que pasó” ha declarado. Al final fue un apagón del circuito: tomó mucho tiempo, pero la actividad volvió a empezar. Para Miguel Oliveira, sin embargo, lo peor estaba por venir.

“Tuve un accidente grave nada más salir” explicó el portugués. “Al principio pensé que me había pegado Pol Espargaró, luego me di cuenta de que me había estrellado yo solo: un highside en la entrada de la curva. Por suerte solo tengo moretones en un pie y en la pierna izquierda”. Más tarde, tras la parada para ayudar a Espargaró, Oliveira volvió a la pista, pero sin suerte: “Me puse los neumáticos blandos delantero y trasero para tratar de marcar un buen tiempo, pero todavía no tenía las sensaciones adecuadas y solo traté de terminar el día”.
Claramente no vio la caída del español de Tech3, que estaba detrás de él. «Fue la vuelta de salida, creo que fue justo detrás para tener una referencia». Oliveira, por otro lado, estaba mirando a Maverick Viñales justo en frente de él. «Creo que estaba a punto de regresar después de su vuelta rápida, pero no lo sabía: simplemente me moví, luego me di cuenta de que el neumático no se había calentado bien». Tampoco está especialmente contento con la gestión del día. “Ya comenzamos a las tres y terminamos a las cuatro, y no es el mejor momento del día, luego hubo retrasos constantes, banderas rojas, luego reinicios… Fue una pesadilla. Esperemos que sea mejor mañana».
Crédito de la foto: motogp.com