Fabio Quartararo está completamente insatisfecho. Es uno de los mejores pilotos de MotoGP y no tiene un medio que le permita expresar todo su talento. Aunque Yamaha le ha dado garantías técnicas para convencerle de que firme una renovación hasta 2024, la M1 no está resultando ganadora. Los acuerdos no se han respetado.
MotoGP, ¿qué le pasa a Yamaha?
Como ha explicado en varias ocasiones el piloto francés, la moto de Iwata prácticamente ha perdido esas cualidades que la hacían antaño muy competitiva. Todos elogiaron su excelente conducción y efectividad en las curvas, fue un punto de referencia en estos aspectos. Ahora se ha vuelto particularmente agresivo, lo que también complica la gestión de los neumáticos. Además, el campeón del mundo de MotoGP 2021 ya no es capaz ni de marcar la diferencia en la vuelta rápida y por tanto acaba saliendo desde atrás en la parrilla, con un prototipo al que le cuesta mucho adelantar.
Quartararo está decepcionado, enojado y frustrado por esta situación. Al final de algunas carreras explicó que tenía ritmo para conseguir un buen resultado, pero con la M1 le es imposible hacer grandes remontadas. Lo increíble es que las diversas actualizaciones que trae Yamaha no han funcionado. Nueva aerodinámica, nuevo escape, nuevo cuadro… Todo rechazado. Fabio también afirmó en Le Mans que se ha decidido volver a la base de 2021, una clara señal de que el equipo no está encontrando nuevas soluciones.
Jarvis intenta tranquilizar a Quartararo
Lin Jarvis en una entrevista con Servus TV analizó la situación: “Veamos las áreas en las que nos quedamos atrás de la competencia. – explica – y, sobre todo desde que hemos mejorado el motor, vemos las debilidades en el desarrollo de las otras zonas de la moto“. ¿Intentar mejorar el motor ha afectado negativamente el manejo del M1? Quizás, pero era necesario intervenir y es fundamental encontrar soluciones para tener una moto competitiva en todos los ámbitos.
Jarvis no puede ocultar el momento de dificultad, pero al mismo tiempo tiene fe en los hombres del equipo de Iwata: “Son tiempos difíciles para nosotros, pero las carreras se componen de altibajos. No debemos olvidar que ganamos la Copa del Mundo hace apenas dos años y en 2022 quedamos segundos. No estamos en una situación desesperada. Tenemos que resolver los problemas, pero esto no es posible en una o dos semanas. Necesitamos un buen plan, tenemos que invertir y luchar para salir de él. Tengo fe en nuestro futuro, ahora tenemos que sacar lo mejor que podamos“. En 2023 tenemos que apretar los dientes, pero el director general de Yamaha es optimista de que puede darle a Quartararo una moto ganadora en el próximo campeonato.
Foto: Yamaha Carreras