El M1 no demostró ser lo suficientemente competitivo al comienzo de la temporada. El salto a Honda es fascinante pero improbable, la GSX-RR podría ser la solución
Después de cada carrera, Fabio Quartararo siempre se escucha la misma pregunta: ¿cuándo decidirá su futuro? En Austin lo cortó en seco: «Elegiré pronto, antes del verano.”. Un tiempo prudencial para evaluar las distintas ofertas y comprender el nivel real de Yamaha. Porque las primeras carreras no logran que Fabio duerma tranquilo pensando en la M1: 9º en Qatar, 2º en Indonesia (sobre mojado, eso sí), 8º en Argentina y 7º en Estados Unidos.
Desde luego no es la hoja de ruta de un campeón del mundo, pero lo peor (para evaluar la competitividad de la M1) es que el francés era claramente mejor que todos sus otros compañeros de marca. En Losail el mejor de los demás en Yamaha había sido Morbidelli con el 11º puesto, en Mandalika de nuevo Franco (7º), en Termas de Rio Hondo Quartararo fue el único en sumar puntos, mientras que en Austin Dovizioso los atrapó superando a Morbidelli en el sprint
Hasta ahora está claro cuánto necesita Iwata a Fabio. El año pasado los japoneses se habían adelantado encerrando a Franco hasta 2023 inclusive, pero el italiano en este momento se ha sumido en una crisis difícil de entender. En el equipo satélite, el de WithU, no hay alternativas: Dovizioso por evidentes límites de edad, Darryn Binder porque está lejos de seguir siendo un piloto atractivo para una escudería oficial.
Yamaha, por tanto, más que querer, debe convencer a Quartararo para que se quede. Esperando que con la llegada a Europa la M1 vuelva a sus niveles y, en este sentido, Portimao y Jerez serán dos campos de pruebas muy importantes.
Pero si Fabio decide buscar fortuna en otra parte, ¿adónde podría ir? Ciertamente no en Ducati. En Borgo Panigale ya han elegido a Bagnaia para el futuro y tienen muchas opciones en cuanto a quién apoyarlos, con Bastianini y Martin como los dos candidatos más elegibles.
KTM tendría el presupuesto para atraer al francés, pero aún no sería una moto consistentemente competitiva. Aprilia crece, pero aún no es suficiente para un campeón del mundo, además de que es poco probable que puedan permitirse el fichaje del francés en Noale.
Pasamos luego a Honda, cuyo nombre está vinculado al de Fabio desde hace unos meses. Sin duda una hipótesis fascinante, pero difícilmente alcanzable. El principal problema se llama Márquez, y no porque vete a sus compañeros. Vestir el maillot HRC es entrar en casa de Marc, en todos los sentidos. Un número 1 no quiere ser el número 2 y desafiar a Márquez en su campo, por muy seductor que sea, puede resultar más un suicidio deportivo que una apuesta.
Sería bueno para un piloto que está creciendo y que quiere probarse en el mejor equipo de MotoGP (como, por ejemplo, Martín o Bastianini) pero no para un campeón del mundo.
Todo lo que queda es Suzuki como alternativa a Yamaha. Una moto muy parecida a la M1 (ambas tienen un motor de 4 cilindros en línea) pero que no tiene sus puntos débiles. En primer lugar, la velocidad máxima (la verdadera preocupación de Fabio, y no sólo eso), un problema que Hamamtsu ha demostrado que sabe resolver de manera brillante. Desde el punto de vista motriz sería el pasaje menos traumáticoViñales, que hizo lo contrario, fue inmediatamente ganador con Yamaha. Es más, Con la llegada de Livio Suppo, Suzuki ha vuelto a reforzar su estructura desde el punto de vista empresarial tras la despedida de Davide Brivio.
Quizá habría un problema: el del noviazgo. Quartararo no es barato y Suzuki siempre ha sido cuidadoso en sus inversiones. tuUna posible solución podría provenir de la ayuda de Monster, un patrocinador conjunto del equipo y el ciclista. De esta manera se podría superar el último obstáculo.
Siempre que Quartararo realmente quiera dejar Yamaha. Las primeras carreras europeas le ayudarán a descubrirlo, hay muchas antes de que empiece el verano.