Jorge Martín está a tres pasos de lo más alto de la clasificación de MotoGP y las últimas seis carreras ofrecerán un desafío titánico con Francesco Bagnaia. El madrileño del equipo Pramac Racing encontró su merecida redención en la temporada 2023, después de que la alta dirección de Borgo Panigale prefiriera a Enea Bastianini antes que a él para el ascenso al equipo oficial. Tres victorias y cuatro podios, cinco triunfos y cuatro podios en las carreras de velocidad representan su botín de batalla.
Jorge a un paso de Pecco
El mérito del éxito de Jorge Martín también hay que atribuirlo a su cuerpo técnico, dirigido por Daniele Romagnoli, un técnico profundo y experimentado, que vive en el paddock desde 1992. El equipo de Paolo Campinoti vive un momento de gloria sin precedentes, un equipo satélite con a un paso de ganar el título de MotoGP. Ciertamente no es una tarea fácil, contra un Francesco Bagnaia que lo pasará mal en la final del Mundial, pero ciertamente es factible. La excelente actuación del madrileño sobre el mojado de Motegi, con pole y doble victoria, acercó el sueño a la realidad. “Normalmente Jorge no se portaba muy bien en mojado. Esto significa que algo ha sido desbloqueado.“.
Pramac como equipo oficial
En una entrevista con ‘La Gazzetta dello Sport’, Daniele Romagnoli toma la iniciativa, pero nos invita a mantener los pies en la tierra. Pramac ha sido considerado durante mucho tiempo una rama del equipo oficial Ducati, Gigi Dall’Igna siempre muestra gran atención y dedicación hacia la formación de Paolo Campinoti. Frente a quienes piensan que la empresa emiliana nunca dejará ganar a uno de sus equipos satélites y que pronto intervendrá con órdenes de equipo. “Esto es una tontería… ¿Cuántos he oído? Que tarde o temprano nos cerrarán los grifos, que nos quitarán las centralitas… Según lo sé, en Gigi (Dall’Igna, ed.) Me importa un comino con qué piloto gana“.
El sueño del campeonato mundial
La Desmosedici GP23 inmediatamente le quedó como un guante, la llegada del director del equipo Gino Borsoi le dio ese toque que faltaba tras la marcha de Francesco Guidotti. Y el enfado por la falta de ascenso al equipo oficial le dio un impulso más”,lo utilizó como motivación extra para demostrar a los dirigentes de Ducati que estaban equivocados. Después de 31 años en el paddock, sabía que tenía que hacerle pensar, ser un poco psicólogo y padre. Le hice entender que tenemos la moto oficial, todas las piezas y evoluciones, además del apoyo de los ingenieros. Y no hay presión del equipo oficial.“.