En Ducati concentraron el primer día de pruebas de MotoGP en Misano en pequeños cambios de chasis y aerodinámica. En el garaje de Pecco Bagnaia había dos Desmosedici GP22 con el objetivo de mejorar las sensaciones también con la segunda moto. En Austria y Misano sus mecánicos trabajaron a toda prisa para restaurar su primera moto, solo con esta pudo trazar su mejor rendimiento. Pero con lo inesperado a la vuelta de la esquina, es un lujo que el piloto de Turín, en la carrera por el título mundial, no se puede permitir.
Objetivo totalmente conseguido tras la primera sesión de test de MotoGP. “Últimamente me estaba costando un poco ser rápido con las dos motos, me sentía mejor con una y hoy por fin conseguimos tener dos motos idénticas. Era algo en lo que ni remotamente pensaríamos, ahora todo está bien. A partir de hoy podremos utilizar dos bicicletas durante el fin de semana“.
La línea evolutiva de Ducati
Los hombres de Borgo Panigale no tienen intención de volcar esta Desmosedici que vuela en todo tipo de circuitos. Las cuatro victorias consecutivas de Pecco Bagnaia ciertamente no son una coincidencia, incluso si los errores de la primera parte del Campeonato del Mundo se tienen en cuenta en la clasificación. “Nuestro enfoque es girar más haciendo más velocidad, hemos mejorado mucho en términos de velocidad de viaje. Pero nuestro cuadro es el mismo de 2020. Aún queda trabajo por hacer, hemos llegado al límite de este cuadro, necesitamos una evolución y las ideas que tiene Ducati son muy buenas. Hoy vimos una primera diferencia y me sentí bien, pero no es nada definitivo. El enfoque principal se centró en algunas partes aerodinámicas que nos hicieron marcar una pequeña diferencia.“.