Miguel Oliveira es uno de los pilotos de MotoGP que cambiará de equipo y de moto en 2023. Tras las temporadas pasadas en KTM, correrá para el equipo RNF Aprilia. Una experiencia completamente nueva que afronta con muchas ganas de conseguir resultados.
Está claro que tendrá que adaptarse rápidamente a la RS-GP, una moto que tuvo la oportunidad de probar en los test de Valencia al final del campeonato pasado. No le ha ido nada mal, ya que ha cerrado con el cuarto mejor tiempo de la general. Una colocación que no debería engañar, pero que, sin embargo, era alentadora para el futuro. El verdadero campo de pruebas serán los próximos tramos de Sepang y Portimao, pero sobre todo las carreras que vendrán después.
MotoGP, Oliveira e il no a KTM
KTM había decidido no confirmarle en el equipo de fábrica, pero le había ofrecido la oportunidad de correr con el equipo GASGAS dirigido por el Tech3 de Hervé Poncharal. Precisamente con la estructura francesa debutó en MotoGP en 2020 y no tuvo ganas de aceptar la oferta: “Querían que me quedara – explicó el anuncio de Oliveria Antena 1 – pero corriendo para GASGAS. La moto es una KTM pintada de rojo. no estaba muy entusiasmado. Hay veces que necesitas un cambio y hay trenes que solo van una vez“.
Aunque al principio se sintió decepcionado por la elección de la casa Mattighofen, hoy todavía no siente ira y lo admite con serenidad: “KTM no se ha portado mal conmigo“. Evidentemente la falta de confirmación en el entrenamiento oficial le llevó a valorar otras soluciones. También había habido contactos con Gresini Racing para montar una Ducati, luego fichó por RNF Aprilia.
El piloto portugués sueña en grande
Oliveira está convencido de la elección realizada y cree que podrá obtener una gran satisfacción. No ocultó sus ambiciones para el futuro: “Quería experimentar nuevas oportunidades. – explica – y realmente convertirme en campeón mundial, lo que creo que sucederá pronto“.
El piloto portugués de 28 años se muestra especialmente confiado en sus próximos años en MotoGP. Realmente cree que puede convertirse en campeón, lo que es poco probable en 2023 compitiendo para un equipo satélite. En cualquier caso, intentará obtener resultados significativos con una RS-GP que el año pasado demostró un enorme crecimiento, especialmente de la mano de Aleix Espargarò, y que debería mejorar aún más.