En poco más de dos años, esta es la cuarta vez que Marc regresa tras una lesión. Austin es uno de sus talismanes y el ranking no ha apagado sus sueños de campeón del mundo
¿Vuelve o no vuelve? Y si vuelve, ¿cuándo? ¿Y cómo será? ¿Se arriesgará o se conformará? Estas preguntas son ya lugar común cuando se trata de Marc Márquez, que a principios de 2020 inició un calvario cuyo final queda irremediablemente aplazado. En poco más de dos años, la de Austin, confirmada esta mañana con una nota oficial, será su cuarta remontada, un récord que hubiera preferido evitar.
Márquez, a lo largo de su carrera, siempre ha sido un corredor que andaba en la cuerda floja, pero al mismo tiempo se había perdido algunas carreras.
En 2008, su año de debut en 125, comenzó un GP tarde debido a una lesión en el invierno y terminó la temporada con dos carreras de sobra debido a una fractura de tibia. Luego, en su primer año en Moto2, se vio obligado a quedarse parado en las dos últimas vueltas (perdiendo así la posibilidad de luchar por el título) cuando, tras una caída en Sepang, sufrió diplopía por primera vez.
Desde 2012 en adelante, Márquez nunca más se perdió un solo Gran Premio. Hasta 2020.
La caída en la carrera de Jerez, en la que Marc se fracturó el húmero, fue el comienzo de su purgatorio personal. La decisión de volver a la silla de montar unos días después de la operación solo empeoró las cosas y Márquez se perdió toda la temporada y las dos primeras carreras de la siguiente, 15 Grandes Premios. Regresó a Portimao, fue 6º en clasificación y 7º en carrera, luego en Jerez 9º, antes de no terminar las siguientes tres carreras. Cuando llegó Sachsenring, pista donde está invicto en MotoGP, volvió a la victoria. Luego fue 7º en Assen, 8º en la primera carrera en el Red Bull Ring y 15º en la segunda (tras una caída). En Aragón se jugó la victoria con Bagnaia hasta la meta, luego (tras un 4º puesto en Misano) ganó en Texas y en el segundo GP de Misano tras la caída de Pecco.
En ese momento llegó otra parada, por la vuelta de la diplopía tras una caída mientras entrenaba con la moto de enduro. Marc se perdió los dos últimos GP del año pasado pero volvió a tiempo para los primeros test de invierno en Sepang.
Estamos pues en 2022, con Marc partiendo desde la primera fila en Qatar para finalizar la carrera 5º. En Indonesia, tras haberse clasificado 15º, no corre tras la mala caída en el warm up y en su viaje de regreso a Europa descubre el empeoramiento de su diplopía, que le mantiene parado para otro GP, el de Argentina.
Esta vez la recuperación fue mucho más rápida y Márquez ya está volando a Estados Unidos. El motivo es claro: Márquez está pensando en el Mundial y no quiere perder el tiempo y desperdiciar una oportunidad de oro que representa uno de sus circuitos favoritos.
¿Que dijo? “Por supuesto que estoy muy feliz de estar de vuelta, es una gran sensación y sobre todo hacerlo en una de mis pistas favoritas.. No importa cuál sea la situación, realmente disfruto conducir en Texas y tengo recuerdos increíbles allí. Tenemos trabajo que hacer después de perder dos carreras y todo el fin de semana argentino, por lo que este no es el momento de establecer una meta. Hay muchas cosas que hacer y tener en cuenta, pero lo importante es volver a subirse a la moto este fin de semana.sus palabras.
Lo que Marc no dice, lo revelan los números. De momento tiene 11 puntos en la clasificación, por tanto 35 menos que Aleix Espargarò que lidera el campeonato. El piloto de Aprilia, sin embargo, en este momento aún no puede ser considerado un aspirante concreto al título y lo mismo puede decirse de Binder y Bastianini, que ocupan el 2º y 3º puesto. Con Rins y Quartararo la situación cambia y el piloto de Honda tiene 25 puntos menos que Alex y 24 de Fabio. Si consideramos entonces Bagnaia, la distancia es sólo un punto.
Con 18 carreras aún por correr, Márquez todavía tiene muchas cartas para jugar para la victoria final. Austin es uno de los mejores y no lo dejaría por nada del mundo.