“Ahora una victoria es más especial porque no sé cuándo llegará la próxima. Tengo que ser realista y tragarme el orgullo, hay cosas que todavía no puedo hacer”.
Marc Márquez ganó su tercer GP en Misano, después de Sachsenring y Austin, en la temporada más difícil para él. El campeón de España regresó tras un año de pausa por una lesión en el brazo y su estado físico aún no está al 100%. Para él este año ha sido una dura prueba tanto desde el punto de vista físico como mental, como contó en una entrevista concedida a Nadia Tronchoni de El País antes de la carrera italiana.
“Antes ganar no era una rutina, pero lo vivía como: vale, gané, ahora el siguiente. Ahora es: ay, gané, celebremos, porque no sabemos cuándo llegará el próximo – ha explicado – Es mas especial”.
El problema de Marc en este momento es su hombro derecho y las curvas en esa dirección son un límite.
“Siento demasiada diferencia entre lo que hago en las esquinas derecha e izquierda, ahí es donde quiero mejorar – continuó – No es culpa de Honda, es mi posición en la moto. Conducir así es difícil para mí. Cuando quiero ser natural, cometo errores, accidentalmente, me salgo de la línea. Es frustrante hasta que lo descubres, me caí porque estaba tratando de ir lo más rápido que podía. Pronto me di cuenta de que no se podía hacer”.
En Silverstone se estrelló tratando de adelantar, involucrando a Martin.
“Estaba demasiado apretado y no salió como esperaba – él recordó – No porque no sepa cómo hacerlo, sino porque traté de hacer algo que no puedo hacer ahora. Tengo que entender la situación en la que me encuentro y ser realista. Tengo que tragarme mi orgullo”.
Schwantz afirmó que una lesión grave siempre permanece en la cabeza del conductor, la única solución es intentar olvidarla. Márquez, sin embargo, no está de acuerdo con este aspecto.
“Mentalmente, la lesión no me detiene en absoluto – ha declarado – No corro pensando que estoy lesionado, pero el dolor te hace pensar, te impide conducir como antes. No es lo mismo pedalear pensando solo en la bicicleta, la puesta a punto, en lugar de hacer dos vueltas rápidas en una sesión libre, tres más para salvarte físicamente “.
Marc sabe que este período, una vez terminado, puede hacerlo más fuerte, pero el sufrimiento es grande.
“Me gusta controlar mis emociones, pero a veces explotan – confesó – Una de mis debilidades fue no poder aceptar que no estoy listo para ganar, que no puedo ir rápido. Este año lo entiendo, si soy noveno en una ronda, lo acepto, vendrán tiempos mejores. Antes era todo o nada, ahora estoy trabajando en ello y espero que me ayude en el futuro.”.
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