Marc Márquez tuvo que cambiar radicalmente su forma de competir después de una larga serie de lesiones y falta de sensibilidad con la Honda RC-V. Ya en el test de MotoGP de Valencia del pasado mes de noviembre había expresado su preocupación por la evolución de la moto, la alta dirección del alerón le había prometido que llegaría algo nuevo a Malasia. Ya en la pretemporada sus expectativas se vieron defraudadas y la preparación para el siguiente paso continúa durante toda la temporada.
Idea loca Gresini
El test de Misano del 11 de septiembre casi parece un día crucial para HRC. Suficiente para revivir la hipótesis del mercado de pilotos, con un sillín Ducati en Gresini Racing todavía potencialmente disponible. Fabio Di Giannantonio está en juego aunque no hay nombre para sustituirlo, tras las reconfirmaciones con los respectivos equipos de Moto2 de Arbolino y Dixon. La loca idea de ver a Marc Márquez en el palco de Nadia Padovani avanza, aunque parezca ciencia ficción. El ocho veces campeón del mundo, según algunas fuentes, estaría dispuesto a reducir drásticamente su salario para dejar Honda y montarse en una Desmosedici (¡no oficial!).
El mal humor de Márquez
Presionando hacia un traspaso sensacional hay ciertas declaraciones de Márquez que cada vez tienen más sabor a ultimátum. “Honda tuvo casi un año entero para trabajar… El pasado mes de noviembre, en Valencia, cuando probé la moto que, en teoría, debería ser el primer prototipo de 2023, ya había dicho que era idéntica, es decir, no había ninguna mejora. . Y dije que estaba muy molesto. Luego, durante el primer test de febrero, en Malasia, reiteré que con esta moto no vamos a luchar, ni sólo por la victoria, ni siquiera por el podio o por entrar entre los 10 primeros, como pasó. Han pasado seis meses y seguimos en el mismo punto: moto poco competitiva, frenada inestable y nulo agarre, sin aceleración“.
Reunificación familiar
¿Jaime Martínez, el nuevo entrenador de Marc Márquez, podría haber acordado ya una solución de futuro con Gresini? De momento todo queda pendiente, oficialmente el campeón cervera sigue profesando confianza en la marca japonesa. “Todavía tengo esperanza. Pero ahora lo que quiero ver es una reacción. Algo a lo que aferrarse. En Misano no espero un cohete, espero una reacción“. En Gresini haría equipo con su hermano Alex, un sueño que, por utópico que sea, sigue despertando las fantasías de los aficionados a MotoGP…