Marc Márquez quiere salir del túnel de las lesiones incluso antes de tener una Honda ganadora con la que aspirar al título de MotoGP. El pasado mes de marzo en Indonesia, sólo el último terrible accidente durante el calentamiento pareció ser el nocaut definitivo de su carrera. En una reciente entrevista con BT Sports relata esos momentos de pánico vividos en el circuito de Mandalika: “Después de un accidente así es cierto que, siendo todos seres humanos, ya no quieres andar en moto. En ese punto, sin embargo, lo que toma el control es su profesionalismo, no su pasión.. Estaba viendo doble, pero mi cabeza estaba bien…“.
Cuarta operación golpe y fuga
El accidente de Jerez en 2020, cuatro operaciones en el brazo derecho, un doble caso de diplopía en pocos meses no doblegaron al campeón de MotoGP. Con ocho títulos mundiales en su haber, hubiera sido demasiado fácil terminar su carrera y dedicarse a la buena vida, siguiendo los pasos de Jorge Lorenzo. En cambio, Marc Márquez quiere volver a ganar, involucrarse, desafiar a sus compañeros en la pista. En la primavera, su equipo médico escaneó en 3D los huesos para analizar si el húmero era lo suficientemente fuerte como para soportar una cuarta cirugía para reposicionarlo sobre su eje derecho. La llamada llegó durante el fin de semana de Mugello, en USA todo estaba listo para su llegada. Entró en la prestigiosa Clínica Mayo de Minnesota, al día siguiente ya estaba en el hotel y con un billete en la maleta para volver inmediatamente a Madrid.
Se sacrifica la temporada 2022 de MotoGP
La recuperación fue más rápida de lo esperado, en el test de Misano de septiembre volvió a su Honda RC213V tras perderse seis GP. Sacrificó la temporada 2022 de MotoGP para llegar en plena forma a la línea de salida del Mundial de 2023. Al fin y al cabo, su estado físico y el paquete técnico de Honda no le permitían apuntar muy alto, así que mejor posponerlo para lo siguiente año. “Tomamos la decisión correcta porque en la primera parte de la temporada tuve muchos problemas. En las últimas carreras siempre he salido desde la primera fila, así que la velocidad está ahí.“. Antes de la última intervención Marc Márquez estaba muy limitado en sus movimientos, era la última carta que se jugaba antes de una posible despedida. El movimiento resultó exitoso, como lo demuestra la pole en Motegi y el podio en Australia. “También en Valencia conseguimos luchar por el podio. Aunque no haya sido una victoria, hubo un progreso y eso es lo importante“.
Prueba de brazo y hombro invierno
El campeón de Cervera podría haber esperado a este parón invernal para pasar por el quirófano, pero enseguida entendió que no podía aspirar a resultados ambiciosos. Por eso es mejor acelerar las cosas, con la frialdad y la lucidez de un verdadero estratega. El hueso acababa de solidificarse y los médicos podían proceder con otra operación, casi con seguridad la última. Al final del tríptico Aragón-Motegi-Tailandia empezó a notarse el cansancio, pero todo según los programas clínicos. Márquez pudo aumentar la intensidad carrera tras carrera, acercándose a la condición óptima. “No veo la hora de ver cuál será mi nivel máximo este invierno porque aún es una incógnita… Este invierno quiero superar este pequeño hito físico“.
Esperando el test de MotoGP de Sepang
El parón invernal será fundamental para entender hasta dónde puede llegar físicamente. Aunque consciente de que su brazo nunca volverá a la total normalidad. “Este invierno tendré que trabajar específicamente en los músculos que son más débiles, para que la compensación del hombro/brazo sea generalmente buena“, añadió el seis veces campeón de MotoGP. Para volver a los niveles superiores, también se necesitará una bicicleta a la altura de la situación, su talento puede que ya no sea suficiente para llenar los vacíos técnicos. El objetivo principal es lograr una condición física óptima”,ahora esta la bici que es el segundo objetivo“. Con la esperanza de que el largo periodo de lesiones acabe tras tres años de “precariedad”.
Foto: MotoGP.com