El arte de transmitir emociones. Boris Casadio es la voz oficial del Gran Premio de San Marino y de numerosos eventos colaterales relacionados con las carreras desde hace casi veinte años (leer su historia). El miércoles por la tarde presentó la inauguración del Museo Fausto Gresini en Faenza. La familia y el equipo recibieron en la sede del equipo a numerosos invitados, entre ellos los máximos representantes de Dorna, el presidente de la FMI, Giovanni Copioli, los directivos de Ducati y numerosos pilotos. El viernes por la tarde conducirá el programa de entrevistas “Burdel da Cursa” a las 21.30 horas, en la Piazza della Repubblica de Misano, en el marco de “DediKato”. El sábado, víspera del GP, será el moderador de “Los cincuenta años dorados del motociclismo italiano” en la sala de conferencias del Palazzina Roma en Piazzale Fellini en Rimini. Boris Casadio, nacido en Romaña, trabaja como orador desde hace treinta años. Tras esta intensa semana de preparación, el domingo por la mañana abrirá la puerta de la cabina de comentaristas del autódromo, dispuesto a desatar el entusiasmo del público narrando las carreras. Así es la vida como orador.
La inauguración del Museo Gresini
Fue para mí un gran honor, una emoción única estar en el escenario en la inauguración del museo. Fausto Gresini fue el emblema del amor por los motores, siempre estuvo muy por delante. Si había alguna novedad se lanzó como lo hizo por ejemplo cuando nació Moto2, MotoE que luego ganó en su año de debut y en muchas otras ocasiones. Se recordó al piloto, al manager y sobre todo al hombre, a muchos de sus amigos, entre ellos Loris Capirossi, a la familia y al equipo. Fausto Gresini supo motivar al máximo a todos aquellos que interactuaron con él y crear un clima de gran entusiasmo. El viernes por la tarde organizaré otra velada muy interesante en Misano, mientras que el sábado, en Rímini, participaré en un programa de entrevistas sobre el legado deportivo de Renzo Pasolini en términos de pasión por el motor.
De las emociones en las etapas a las de la pista
El viernes por la mañana, cuando enciendo el micrófono es como cuando un piloto se pone el casco y se baja la visera para su primera sesión de entrenamientos libres. La emoción más fuerte es precisamente en esos momentos. Es mi 19º Gran Premio de San Marino y he corrido todos los de Superbike pero las sensaciones son siempre las mismas. Como siempre, me preparé estudiando el currículum actualizado de los conductores, incluso los de las clases menores. Como siempre, no tengo ningún eslogan sino que simplemente soy yo mismo. Mi objetivo es transmitir emociones y cultura del motor. Me gusta pensar que una persona que vino por primera vez a un gran premio puede volver a casa con una sonrisa y con ganas de volver a los circuitos el año siguiente. Vivo mi trabajo en alas del entusiasmo y la pasión sin ningún tipo de presión pero con alegría. Llevo treinta años haciendo este trabajo pero siempre es como el primer día.
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