Jorge Martín también arranca con el turbo en la primera jornada de entrenamientos libres en Assen, después de haber conseguido siempre el podio en las últimas seis carreras del campeonato de MotoGP. El piloto de Pramac asombra no tanto por su velocidad, sino por la continuidad de resultados que le faltaba hasta el año pasado y que le impidieron ascender al equipo oficial de Ducati. Segundo en la clasificación general, el título mundial ya no es una meta imposible y abre el desafío al campeón Francesco Bagnaia.
El ascenso de Jorge Martín
No bajaba del podio desde Le Mans, tanto en la MotoGP Sprint como en la tradicional carrera de los domingos. En Alemania logró una doble victoria que le permitió superar a Marco Bezzecchi en la clasificación. El abanderado madrileño tiene un doble objetivo que parece ir de la mano: ganarse un sillín en el equipo oficial y ser campeón del mundo. En caso de ganar un campeonato mundial, el «sillón» en rojo sería automático y abriría un caso político sin precedentes. ¿Qué ha cambiado en los últimos meses para el piloto del equipo Pramac? “Dio la casualidad de que me quedé parado en la motocicleta. Incluso antes, siempre salía al frente, absolutamente nada diferente a antes. Solo yo logré terminar las carreras.“.
Pramac sueña con el título de MotoGP
En su tercer año en MotoGP, sin duda aprovecha la experiencia adquirida sobre el sillín Desmosedici, con los neumáticos, con la categoría. Sin embargo, la hazaña reciente no debe distraerlo, ay de sufrir lapsos de concentración. Pone la mira en el podio del GP de Holanda, para el resto queda el parón estival. Será un desafío de toda Ducati, Francesco Bagnaia es el piloto a batir para hacer realidad el sueño. “Los pilotos de Ducati tenemos algo más“, declaró a ‘La Gazzetta dello Sport’. Hay cierto entusiasmo en Pramac, un equipo satélite no gana el Campeonato del Mundo desde 2001. El último en triunfar fue Valentino Rossi con Honda. “Si gano el mundial quiero escuchar lo que dice Campinoti (el patrón del equipo, ed)”.
Foto: MotoGP.com