La pretemporada de MotoGP acabó con un sabor de boca amargo para Jorge Martín, séptimo en la clasificación combinada en Qatar, a medio segundo de Pecco Bagnaia. El subcampeón del mundo tuvo problemas con su Ducati Desmosedici GP24, algunas vibraciones excesivas durante la aceleración, pero nada especialmente grave de cara a la primera carrera del campeonato. En el garaje de Pramac saben lo que hay que ajustar para aspirar a la victoria y seguir el ritmo de su rival piamonteso, que inmediatamente empezó fuerte en los test invernales.
La burla del 2023
Jorge Martín y Pecco Bagnaia supusieron un desafío en la cuerda floja en la última temporada de MotoGP, que sólo terminó en la última cita en Valencia. Las predicciones pronostican que esta lucha interna dentro de Ducati se repetirá en 2024, en nombre de la deportividad, la amistad y que gane el mejor. El piloto madrileño aún no se ha tragado ese problema con el neumático trasero en el Gran Premio de Losail y admite que “Todavía estoy esperando una explicación de Michelin sobre lo que realmente le pasó a mi neumático al final.“. Una casualidad, un descenso repentino como le suele pasar a cualquiera, pero que le ocurrió a Jorge en el momento menos oportuno y más decisivo del Mundial.
El desafío Martín-Bagnaia
Quizás no todos recuerden que Bagnaia y Martín fueron compañeros en la temporada 2015/2016 en el Mahindra del Aspar. Su buena relación se remonta a la época de Moto3, incluso compartían la misma habitación”,Éramos muy cercanos entonces“. Posteriormente Pecco pasó al VR46 en la clase media y ‘Martinator’ a Gresini, los caminos se separaron aunque entre ambos seguía habiendo un buen sentimiento, que continúa persistiendo también en MotoGP. Eso sí, sin riesgo de que algo pueda inclinarse en los próximos cara a cara para competir por el título mundial. “Pecco es un campeón y siempre le he tenido un gran respeto. Hoy es tres veces campeón del mundo y haré todo lo posible para vencerlo.“.
Jorge Martín busca la redención
La temporada que ahora comienza empezará de nuevo en igualdad de condiciones, para el subcampeón del mundo será la oportunidad de hacerse cargo por fin del equipo oficial. No será sólo una cuestión de velocidad, sino de nervios tensos, presión, errores a evitar, estrategias dentro del equipo. “Hay que mantener la calma, estar realmente concentrado. No puedes permitirte el lujo de cometer errores. Y el año pasado hice demasiados“, admite Jorge Martín. “La temporada pasada tuve demasiados problemas, pero fui rápido todos los fines de semana. Esto es bueno para tu autoestima. Mi objetivo debe ser reducir los errores y, en caso de duda, aceptar un segundo, tercer o incluso quinto puesto.“.
Muchos sacrificios por un objetivo
Un largo invierno para preparar la primavera, para afrontar un largo campeonato de MotoGP que finalizará el próximo noviembre. “Es un trabajo para todo el año. Entrenamos de enero a noviembre… Todos sacrificamos mucho por nuestro deporte. Durante las vacaciones de verano en julio es posible que nos quede una semana para tumbarnos en la playa.“. Una vida siempre entrenando, para estar al tope de mi peso/forma, controlando cada bocado en la mesa, siguiendo tiempos preestablecidos y con pocas desviaciones de las reglas. Todos por un solo objetivo: “Todavía me quedan cinco, seis, tal vez nueve años como conductor, nadie lo sabe con seguridad. – concluye Jorge Martín -. Cuando pare algún día, quiero hacerlo sabiendo que lo di todo, realmente todo, y espero haber sido recompensado con el título mundial.“.
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Foto: Instagram @89jorgemartin