“Han pasado 84 años…” Así comenzaba una de las frases más célebres de una película muy querida por mi generación (y de la que nunca he sido fan). En realidad son 6 años y 209 días, un total de 119 carreras en la categoría reina pero, dada la velocidad del mundo del motor, podemos definirlo como una especie de «paralelismo», para indicar cuánto le ha costado a Johann Zarco, 33 años en julio, para conseguir esa tan necesaria victoria en MotoGP.
Sin embargo, también es una demostración de cómo el piloto de Pramac Ducati, a pesar de tener la hipótesis de que nunca podría ganar en MotoGP o que en cualquier caso era una misión demasiado compleja para él, en realidad nunca se rindió, logrando finalmente su objetivo. Muévete cuando nadie más lo habría hecho. Espera. Vuelve el backflip, en el GP de Australia Zarco se «vengó» de sus compañeros de marca más jóvenes y populares, llevándose la satisfacción de su vida.
¡Finalmente!
Johann Zarco llegó a MotoGP como doble campeón del mundo en la categoría Moto2, un resultado aún inigualable en MotoGP. Ya en su primer año en la categoría reina arriesgó la victoria, pero el intento acabó desastrosamente con una caída. Siempre hubo algo, desde el problema de los neumáticos hasta las sensaciones menos que perfectas con la Desmosedici, que nunca le permitieron estar en la mezcla para ese gran resultado.
O el ritmo adecuado se encontró muy tarde, haciendo en vano la remontada hacia las zonas más altas. Zarco es el piloto con récord de podios en MotoGP sin ganar nunca, un resultado que empezó a pesarle hace un tiempo. El propio piloto de Cannes admitió una especie de «complejo» creado tras muchos años de intentos fallidos.
Zarco no pierde el ritmo esta vez
No hubo nada especial en Phillip Island, las condiciones eran realmente perfectas en comparación con lo que vimos sólo 24 horas después, lo que hizo la vida muy difícil, especialmente para los pilotos de Moto3 y Moto2 que también corrieron allí en esas condiciones. Volviendo al sábado, al final Zarco no había hecho nada especial, más que conseguir marcar ritmo y alcanzar a los protagonistas del podio.
El giro se produce sólo cuando Jorge Martín comprende que la zaga blanda es su perdición, pero ya es demasiado tarde. El grupo vuelve a estar atrás, Johann Zarco ve la oportunidad de su vida servida en bandeja de plata y esta vez no la deja escapar, adelantando sin demasiadas dudas a su compañero que está claramente en crisis. Es la apoteosis, es el final de la larguísima espera por ese primer resultado tan buscado.
el gran peso
Podemos decir que ya se estaba volviendo una especie de complejo. Ha habido muchos corredores con talento que nunca han conseguido una victoria mundial, pero Johann Zarco ya se había acercado y parecía sólo cuestión de tiempo. Sin embargo, un tiempo que se prolongó: siempre faltó la chispa, ese «ciertamente no sé qué» que debería haberle permitido completar el trabajo. El propio Zarco había hablado varias veces de un muro mental, algo que se había creado con el tiempo y que él era incapaz de derribar.
Era la pieza que faltaba para llegar a ese gran resultado. Realmente no esperaba ganar, empezó bien pero luego tuvo problemas, así que no pensaba en grande, como mucho en el podio. Hasta esa última vuelta, cuando se dio cuenta de que realmente era posible: qué lindo suspiro de alivio, Zarco ahora se ha quitado ese peso de encima y el muro mental por fin ha sido derribado.
Zarco, el trabajador
Hay quienes están dotados de un gran talento y consiguen explotar sin esforzarse demasiado. Para la mayoría de los ciclistas este no es el caso; se necesita tiempo y trabajo duro para emerger. Este último es también el caso de Johann Zarco: el camino en MotoGP parecía bastante simple pero en cambio estaba lleno de baches, de hecho corría el riesgo de terminar con un divorcio prematuro de KTM. Luego viene el recambio con LCR Honda, luego Ducati se encarga de relanzar su carrera.
Pero todavía faltaba algo, no podía conseguir esa primera victoria que tanto deseaba. Se cerró un círculo en Phillip Island, pero el año que viene también habrá un gran regreso. De hecho, Johann Zarco ha firmado con LCR Honda, un gran desafío después de las sustituciones en curso… Pero primero debe completar el trabajo, el último año con Ducati Pramac, y quién sabe, es posible que otras grandes satisfacciones no lleguen antes de la conclusión de este hermoso capítulo en MotoGP.
Foto de : Michelin Motorsport