Cuenta atrás para su regreso a Australia tres años después de la última vez. Los conductores locales claramente están entusiasmados con la perspectiva, pero ninguno más que jack molinero. El piloto de Ducati quiere cerrar la experiencia en rojo de la mejor manera posible ante el nuevo reto en KTM y sin duda la cita en Phillip Island es una gran motivación adicional. No solo para celebrar la boda de la mejor manera posible (se casará con su Ruby en estos días), sino también porque sería un momento mágico para su público. Sería el cuarto piloto local capaz de ganar este GP (no siempre en el mismo trazado), el primero en más de una década: repasemos a sus predecesores.
Wayne Gardner, primer héroe de la casa
La denominación de Gran Premio de Australia existía desde hacía algún tiempo, desde antes del nacimiento real del Campeonato del Mundo. Pero la primera edición válida para el Campeonato del Mundo data de 1989, justo en Phillip Island. Un comienzo a lo grande, dos años de celebración para el público local gracias a su campeón en la entonces 500cc. Wayne Gardner se impone en una intensa batalla, controlando a Wayne Rainey y Christian Sarron solo en la final, solo para ser aclamado por una multitud increíble que invade la pista al final del GP. El héroe de la casa, sin embargo, no se niega a sí mismo al año siguiente, al contrario esta vez el público local celebra por partida doble. Gardner vuelve a ganar, pero a poco menos de 9 décimas queda el compatriota Mick Doohan, autor de la pole position. Este último será el responsable de las próximas tres alegrías en casa y en dos escenarios diferentes.
Mick Doohan, doble triunfo
En 1991, por tanto, tras dos ediciones del GP, el Campeonato del Mundo saluda temporalmente a Phillip Island para dirigirse al entonces Eastern Creek Raceway, en Sydney, donde permanecerá hasta 1996. En las seis ediciones disputadas habrá dos house parties en el categoría reina del Campeonato del Mundo. le pone su firma Mick Doohan, imparable primero que todo en 1992 con pole position, victoria y vuelta rápida. Primera alegría también para Daryl Beattie, suplente del lesionado Gardner pero 3º en meta, doblete de Australia luego en el podio de casa. En 1995 esta combinación vuelve a ser protagonista: vuelve a ser el dominio absoluto de Doohan, con Beattie (ahora piloto a tiempo completo) 2º en la meta. No termina aquí, el multicampeón de Brisbane podrá imponerse por tercera vez, cuando el Campeonato del Mundo regrese a Phillip Island (1997). Doohan no manda sin rivales, dadas las ‘sólo’ ocho décimas de ventaja sobre el neozelandés Simon Crafar, pero en la edición de 1998 vuelve a desatar la fiesta de la afición local. Luego sigue el triunfo de Okada y el ‘período italiano’, llevará tiempo conseguir que otro australiano vuelva a triunfar.
Casey Stoner, Signore de Phillip Island
El rápido termina en 2007, el año de gloria de Ducati con su único campeón de MotoGP. De hecho, el período de Casey Stoner, el gran talento australiano de esta era moderna. Efectivamente, el centauro de Southport se convierte en el emperador de Phillip Island, ningún australiano ha ganado tanto como él en esa mítica pista. Muchos intentan socavarlo a lo largo de los años, pero las ventajas ‘menores’ son los aproximadamente dos segundos que acusan Valentino Rossi en 2009 y Marco Simoncelli en la edición de 2011. Su circuito lo hizo bien y de 2007 a 2012 no dejó más que migajas a sus oponentes Cuatro victorias con Ducati, dos más con Honda, triunfos en casa que también han engalanado sus dos coronas mundiales en 2007 y 2011. Una fiesta ininterrumpida durante seis temporadas para el público local, antes de retirarse de las carreras en 2012.
Jack Miller, ¿el último heredero?
El regreso a Phillip Island también coincide con un buen momento para la actual estrella australiana presente en el Campeonato del Mundo. Jack Miller está en gran forma y claramente será la estrella de la nación, ya que ha esperado durante mucho tiempo un nuevo ganador en su pista de casa. La #43 también monta la Ducati roja, como Stoner en el momento de sus primeras cuatro victorias en Phillip Island. Un legado pesado, pero ciertamente un cargo extra para Miller. En su palmarés contamos el triunfo en casa en 2014, cuando aún estaba en Moto3, mientras que en la última edición de 2019, cuando ya era piloto de Ducati pero con los colores de Pramac, subió al tercer escalón del podio. El objetivo será al menos repetirlo, pero ni que decir tiene que la victoria será la meta.
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Foto: motogp.com