Son días agitados para Jack Miller que llega a Tailandia tras su victoria en Motegi, su tercera en la general con la Ducati Desmosedici en MotoGP. Últimas cuatro carreras tras cinco temporadas con los colores de Borgo Panigale, el triunfo en Japón sella un matrimonio ciertamente feliz, pero donde hubo momentos de roces. El 4º puesto final y las dos victorias de la temporada pasada no fueron suficientes para recuperar la confianza de la compañía, que ya había decidido en 2022 que quería liberar el asiento del piloto australiano.
Jack Miller hacia la boda
Todo hacía pensar que el fabricante emiliano y Jorge Martín ya habían firmado un precontrato, en cambio Enea Bastianini logró consolidarse a base de victorias. Jack Miller tuvo que dar el golpe y empezar a buscar un asiento libre para el próximo campeonato, encontrando en KTM un box preparado para recibirle con los brazos abiertos. Además de viejos conocidos como Francesco Guidotti, team manager de la selección austriaca. Cuando las cosas se ponen difíciles empieza a jugar ‘JackAss’, que siempre ha destacado por ser competitivo en condiciones extremas, lleva en la maleta una larga experiencia entre Honda y Ducati. Pero antes de pensar en el futuro profesional, se acerca el día de la boda, antes de correr por fin en su Phillip Island tres años después del podio conquistado en 2019.
Último capítulo de MotoGP con Ducati
El sentimiento entre la GP22 y Jack Miller cambió especialmente después de la prueba de Misano, donde encontró la configuración adecuada. Cinco podios y una victoria el botín obtenido esta temporada de MotoGP. En Motegi una de las páginas más bonitas de su carrera: «Espero poder hacer lo mismo aquí en Buriram. Por supuesto que la climatología jugará un papel fundamental, pero en general soy fuerte sobre mojado, por lo que me siento preparado para afrontar la carrera en todas las condiciones.«. Campeonato Mundial de Constructores asegurado, ahora el objetivo común es empujar a Pecco Bagnaia hacia el Título de Pilotos.
Últimas salidas con la Ducati, marca que siempre llevará en el corazón, siempre se ha reconfirmado como un hombre de equipo. Aunque no deja de quitarse unas piedrecitas de la bota. «Ganar con el equipo oficial de Ducati fue un logro excepcional para mí. Pero ni siquiera voy a sentarme aquí y fingir que todo fue color de rosa. y flores – subrayó Miller según informa Paddock-GP -. Estaba cansado de los contratos de un año. Tener que justificarte cada año… y ser cuestionado constantemente por los medios y por todos es agotador.“.
Foto: Instagram @jackmilleraus