No hay mucho optimismo en Honda el día después de la última prueba de pretemporada. El campeonato del mundo de MotoGP se pondrá en marcha en menos de dos semanas y la RC213V se mantiene lejos de los niveles de competencia de Ducati y el resto de fabricantes. Marc Márquez y Joan Mir se quedaron fuera del top-10 en Portimao, difícilmente llegarán a la línea de salida con potencial suficiente para aspirar al podio. La moto no ha dado más pasos desde el último test de Valencia y el motor deberá ser homologado la próxima semana y permanecerá congelado hasta el final de la temporada 2023.
¿La temporada de MotoGP ya está comprometida?
Marc Márquez aclaró en un tono muy familiar que el top 5 aún está lejos para el GP de Portugal, solo queda esperar más actualizaciones en el próximo test de Jerez previsto para mayo. Hay que apretar los dientes y evitar polémicas inútiles en esta primera fase del campeonato, pero ni el director del equipo, Alberto Puig, está satisfecho con lo que vimos en la pretemporada. Es difícil ocultar cierta preocupación, teniendo en cuenta que el destino de la marca está en manos de Marc, mientras que a Joan Mir todavía le faltan muchos kilómetros antes de aspirar a resultados ambiciosos.
Al final del test de Portimao, el técnico catalán admite que se han probado todas las piezas nuevas, pero sin resultados especialmente significativos. “No podemos decir que ya hemos encontrado lo que buscábamos, aún queda trabajo por hacer, esta es la realidad“, dijo Puig. Ver a su pareja de pilotos tan lejos de lo más alto deja muchas perplejidades y siembra demasiadas dudas sobre la evolución de la moto. “Honestamente, aún no estamos donde deberíamos estar, pero sabemos qué hacer. No puedo estar satisfecho, tenemos que mejorar, ese es nuestro primer objetivo.“.
Un tempo de saque de Joan Mir
El recién llegado de Mallorca todavía no tiene ritmo para pensar que está en lo más alto. Lo está intentando en una empresa en la que ya han resbalado Jorge Lorenzo, Alex Márquez y Pol Espargaró, el éxito no es un hecho. “Todavía hay muchas cosas a las que tengo que adaptarme, porque todavía es una moto nueva para mí y algunos aspectos aún no son naturales para mí. Afrontamos las primeras carreras con ganas de seguir mejorando y ver que es posible“, explicó Joan Mir al término de la pretemporada de MotoGP. Cambiar de un motor 4L a un V4 requiere tiempo, dedicación, paciencia y, sobre todo, una pizca de buena suerte. “La entrega de torque de Honda es compleja, todavía estoy tratando de ajustar mi estilo de conducción. Hay mucha diferencia con la Suzuki… Las sensaciones no son las mejores“.
Foto: MotoGP.com